Afganistán: muere el jefe de la policía talibán en un atentado

Un jefe de la policía talibán murió hoy y 11 personas resultaron heridas al estallar una bomba contra el vehículo en el que viajaba en el este de Afganistán, informaron medios locales.

La explosión ocurrió en torno a las 11 (hora local) al paso del vehículo en el que viajaba el jefe de la Policía del distrito de Shigal, en Asadabad, capital de la provincia de Kunar."El jefe policial murió y 11 personas resultaron heridas" cuando se detonó una bomba al paso de su convoy, dijo el funcionario, quien pidió mantener el anonimato, informó la agencia de noticias AFP.

Fuentes médicas del hospital de Kunar citadas por la cadena de televisión afgana Ariana confirmaron el hecho y resaltaron que de los 11 heridos, cuatro de ellos son combatientes talibanes y otros siete civiles.

Por el momento, las autoridades no se pronunciaron sobre el ataque y nadie se lo atribuyó.

Sin embargo, el grupo Estado Islámico-Khorasan (EI-K), una rama local del Estado Islámico (EI) activo en el este de Afganistán y principal rival de los talibanes, se adjudicó agresiones similares contra los talibanes en el pasado.

El grupo yihadista reivindicó el ataque en una mezquita chiita el viernes pasado en la provincia de Kunduz, que dejó más unos 100 muertos y cinco días antes, se adjudicó otro atentado contra una mezquita de Kabul que dejó cinco muertos.

En Afganistán, los chiitas, que representan el 20% de la población, son a menudo blanco de atentados, perpetrados en la mayoría de los casos por el EI-K, que considera a los talibanes unos traidores a la ortodoxia de la sharia (ley islámica) y defienden una interpretación del Corán mucho más dura.

Las autoridades talibanas anunciaron durante las últimas semanas la muerte y el arresto de varios supuestos miembros del EI-K.

Este grupo fue responsable de algunos de los ataques más sangrientos de los últimos años en Afganistán y Pakistán, incluyendo atentados suicidas en mezquitas, hospitales y otros lugares públicos.

Por ejemplo, en agosto de 2019 reivindicó un atentado contra chiitas durante una boda en Kabul, en el que fallecieron 91 personas.

También se lo considera responsable de un ataque perpetrado en mayo de 2020 contra la maternidad de un vecindario mayoritariamente chiita de la capital afgana en el que fallecieron 25 personas, entre ellas 16 madres y varios recién nacidos.

El 26 de ese mes, más de cien personas murieron, entre ellas 13 soldados estadounidenses, en un atentado en la zona del aeropuerto de Kabul reivindicado también por el EI-K.  

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