Millones de personas se sumaron a la huelga desde mediados de enero.
El gobierno de Emmanuel Macron rechazó una nueva demanda de los sindicatos para reconsiderar los puntos salientes del proyecto de Ley de Pensiones. Desde su gestación, este proyecto ha enfurecido a los líderes sindicales, quienes advirtieron que el Elíseo debe encontrar otra manera de escapar de la crisis económica.
Obreros en todo el país protagonizan marchas pacíficas en un décimo día nacional de huelgas, aunque se registraron enfrentamientos en algunas localidades. En la ciudad de Nantes, se incendió la fachada de una sucursal del banco BNP Parisbas; también en el oeste de Francia, los manifestantes bloquearon la circunvalación de Rennes e incendiaron un auto abandonado.
Por otro lado, en la ciudad normanda de Ruán, las autoridades confirmaron que hubo enfrentamientos. “Hemos propuesto una salida (…) y es intolerable que se nos pongan trabas de nuevo”, afirmó el presidente del sindicato Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, al comienzo de una manifestación en París.