Cuba se suma a la carrera por la inmunización
Se espera que participen del estudio 676 voluntarios de entre 19 y 80 años.
COVID-19Imágenes publicadas por un matutino inglés lo muestran recibiendo masajes de una de las víctimas del multimillonario. Sin embargo, la misma mujer declaró que el expresidente se portó como un caballero.
20/08/2020 - 00:00hs
A 22 años del escándalo sexual que lo relacionó
con la becaria Mónica Lewinsky, con la que primeramente negó haber tenido relaciones sexuales en el Salón Oval de la Casa Blanca y que casi le cuesta llegar a un proceso de destitución que finalmente pudo evitar, el expresidente de los Estados Unidos, William Jefferson “Bill” Clinton, es nuevamente noticia por su relación cercana con el fallecido depredador sexual Jeffrey Epstein.
En una publicación del matutino británico Daily Mail, pueden observarse imágenes de Bill Clinton recibiendo un masaje por parte de una supuesta víctima sexual de Epstein, durante un viaje humanitario a África en 2002 a bordo del Lolita Express, el avión privado del multimillonario abusador.
Las imágenes muestran al entonces mandatario estadounidense recibiendo un masaje de Chauntae Davies, una supuesta víctima del fallecido depredador sexual Jeffrey Epstein, después de que Clinton se quejara de rigidez en el cuello tras haber dormido en el avión, en una parada para repostar en un pequeño aeropuerto de Portugal.
El masaje fue inducido por la mano derecha de Epstein, Ghislaine Maxwell y solicitado por el mandatario a la joven quien le habría dicho: “¿Te importaría intentarlo?” Las fotos muestran a Clinton sentado y sonriendo mientras Davies masajea sus hombros y su cuello, en una sala de espera de aeropuerto.
A pesar de las “acusaciones”, fue la propia Davies quien aclaró que Clinton fue un “perfecto caballero durante el viaje” y que no vio “absolutamente ningún juego sucio que lo involucrara”.
Pero la relación con Epstein y la foto con la masajista de la que el multimillonario habría abusado durante casi un lustro son para el expresidente un embarazoso recordatorio de la conducta sexual inapropiada que lo hostigó durante su segundo mandato tras el escándalo del Salón Oval con su becaria.
En relación a la amistad que tenía con Epstein, desde el entorno del político indicaron que no sabía nada sobre los crímenes sexuales y que voló en el avión del financiero solo en cuatro ocasiones, aunque los registros de vuelo del aparato desmienten esa información y muestran que viajó en la aeronave decenas de veces entre 2002 y 2003.