La acusada debía ser juzgada el 30 de septiembre, pero la mañana del juicio se dio a la fuga. Fue encontrada a las pocas horas y estuvo detenida durante cinco días.
Una mujer de 96 años
que trabajó como secretaria del comandante de un campo de concentración nazi se
enfrentó por segunda vez a un juicio como cómplice de asesinato. En la primera
ocasión la anciana se fugó y ahora se negó a declarar.
Irmgard F., está
acusada de ser cómplice en el asesinato de más de 11.000 casos en el campo de
concentración de Stutthof (cerca de la ciudad polaca de Gdansk). Su abogado informó
que "No hará ninguna declaración por el momento. Tampoco responderá a las
preguntas".
La Fiscalía imputa a la exsecretaria, que se desempeñó como taquígrafa y mecanógrafa
en la oficina del comandante del campo de concentración de Stutthof, de ayudar
a los responsables del campo en el asesinato sistemático de más de 11.000
prisioneros entre junio de 1943 y abril de 1945.
Llegó empujada, en una silla de ruedas, a las instalaciones en las que se
celebra el proceso, con la cara cubierta por el barbijo, obligatorio en todo
espacio cerrado, y un pañuelo en su cabeza, informó la agencia alemana de
noticias DPA.
La acusada debía ser juzgada el 30 de septiembre, pero la mañana del juicio se
dio a la fuga. Fue encontrada a las pocas horas y estuvo detenida durante cinco
días antes de ser liberada.
De acuerdo con una información de la cadena pública ARD del año pasado, la
acusada ya fue interrogada varias veces como testigo.
En 1954, declaró que toda la correspondencia con la Oficina Económica y
Administrativa Central de las SS había pasado por su mesa. El comandante del
campo Paul Werner Hoppe le dictaba todos los días cartas y mensajes de radio. Sin
embargo, también sostuvo que en ningún momento supo nada de los asesinatos de
miles de personas ocurridos durante su tiempo de servicio como secretaria.
Es probable que el juicio sea uno de los últimos relacionados con la época nazi, debido a la avanzada edad de los implicados.