Londres: estadísticas demuestran un trato desigual hacia las minorías
Confirman que ciudadanos de las diferentes minorías son más propensos a ser multados o arrestados.
En el país los números de contagios son cuestionados por organismos internacionales. Además, la tierra petrolera sigue sumida en una crisis institucional agravada por la falta de combustible.
04/06/2020 - 00:00hs
Venezuela sigue sumida en su crisis institucional, y también en la crisis por la pandemia de coronavirus. Es por ello que, tanto los bancos y comercios como zapaterías y peluquerías, reabrieron esta semana en el país gobernado por Nicolás Maduro. Es para dar un paso más a la flexibilización de la cuarentena, coincidiendo con una particularidad: en varias ciudades hay kilométricas filas de vehículos que esperan turno en estaciones de servicio.
El gobierno de Nicolás Maduro puso el lunes en marcha lo que llamó “5×10”: un esquema de flexibilización de la cuarentena que alterna cinco días de actividades laborales con diez de confinamiento. Todas las actividades, salvo la de sectores esenciales como alimentación o salud, permanecían paralizadas desde el pasado 16 de marzo.
A la vez, frente a una aguda escasez de combustible, el mandatario aumentó a 50 centavos de dólar el precio del litro de gasolina en un país donde era prácticamente gratis. Aunque mantiene una tarifa subsidiada en bolívares equivalente a 2,5 centavos de dólar, solo es válida con límites de consumo y registro previo. El incremento también entró en vigencia el lunes.
Combustible: un bien que escasea
Miles de vehículos hacen filas desde hace días en las estaciones de servicio de Caracas, la capital del país. Muchos ciudadanos se quejan de lo que tienen que pagar.
Los mostradores de las estaciones de servicio se encuentran cubiertos con plástico y sus trabajadores utilizan máscaras plásticas y guantes, al igual que el resto de las gasolineras del mundo.
La Covid-19 arribó a Venezuela con el país hundido en una imparable inflación, una recesión que está por cumplir siete años y con un colapso de los servicios básicos, como el agua y la electricidad.
Con el freno por el aislamiento social, la caída de la producción petrolera y los precios del crudo; los ingresos del país, según estima la firma financiera Ecoanalítica, podrían derrumbarse de 24.000 millones de dólares a apenas 4.500 millones este año.
Lograr viajar se convirtió en una hazaña
Las autoridades aún mantienen las restricciones para tomar el subte de Caracas. Su servicio, desde marzo, es usado por trabajadores de los sectores considerados esenciales.
La complicación para transportarse genera que, por ejemplo, un trayecto que toma 50 minutos, se convierta en uno de tres horas. Esto les pasa a los dueños de varios comercios. Pueden abrir, pero llegar a su lugar de trabajo es una complicación, por la limitación del subte y también por la poca cantidad de autobuses públicos que circulan.
En Venezuela hay 18 muertos por Covid-19 y 1.819 casos confirmados hasta el martes, cifras cuestionadas por organizaciones como Human Rights Watch.