Milei eliminó políticas de violencia de género y seguridad vial
En una nueva avanzada contra las políticas públicas, el Gobierno eliminó el Observatorio Vial y las jornadas de concientización de género en las escuelas.
En sintonía con su estrategia de recorte del Estado y eliminación de políticas con enfoque social, el gobierno de Javier Milei oficializó este viernes dos medidas polémicas: por un lado, la disolución del Observatorio de la Educación Vial, y por otro, la derogación de las jornadas escolares destinadas a la concientización sobre violencia de género.
Ambas decisiones quedaron establecidas en el Decreto 436/2025, firmado por el presidente y publicado en el Boletín Oficial, en uso de las facultades delegadas por la Ley de Bases. En los considerandos, el Poder Ejecutivo sostuvo que las medidas apuntan a “garantizar una gestión pública ágil, eficiente y eficaz” y a eliminar “funciones innecesarias” dentro del Estado.
Política sin datos
El Observatorio de Educación Vial había sido creado por la Ley 27.214 con el objetivo de elaborar políticas públicas basadas en datos, coordinar estadísticas federales sobre siniestralidad, estimar costos sociales y económicos de los accidentes y acompañar el diseño de programas de prevención. Pese a esas funciones estratégicas, el Gobierno justificó su eliminación argumentando que el organismo “nunca funcionó” y que sus tareas se solapan con las del Consejo Federal de Seguridad Vial.
La decisión se toma en un contexto alarmante. Según datos oficiales de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en 2023 murieron 4.369 personas en 3.642 accidentes de tránsito. El promedio diario de muertes alcanzó las 12, lo que representa un incremento del 20% respecto a 2022. Frente a esta realidad, la eliminación de un organismo encargado de producir información clave para prevenir siniestros genera una fuerte preocupación.
Educación sin perspectiva
En paralelo, el mismo decreto suprimió el artículo 3° de la Ley 27.234, que garantizaba la realización de al menos una jornada anual en las escuelas bajo el nombre "Educar en Igualdad", destinada a prevenir y erradicar la violencia por motivos de género. Esta jornada formaba parte del calendario obligatorio de los distintos niveles educativos y era una herramienta pedagógica construida con acompañamiento técnico y federal.
El Gobierno consideró “innecesario” sostener esa obligación, argumentando que la definición de contenidos escolares corresponde a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con ese criterio, el Ejecutivo se desentiende de una política educativa que venía consolidándose como parte de un enfoque integral en la prevención de la violencia de género, una problemática que atraviesa a todo el país.
La eliminación simultánea de ambas iniciativas, una vinculada a la seguridad vial, otra a la equidad de género, evidencia el rumbo ideológico del oficialismo: reducir el Estado no sólo en su estructura, sino también en su capacidad de incidir en transformaciones sociales.
De esta manera, en nombre de la eficiencia, el gobierno de Javier Milei desactiva políticas públicas fundamentales que buscaban salvar vidas en distintos frentes; en las rutas, a través de la educación vial y en las aulas, mediante la prevención de la violencia de género. Las estadísticas demuestran que ambas problemáticas requieren más Estado, Sin embargo, el ajuste libertario avanza incluso sobre las herramientas más básicas para cuidar a la ciudadanía.