El Gobierno nacional adeuda a la Provincia de Buenos Aires un cuarto de su presupuesto, según denunció el ministro de Gobierno, Carlos Bianco. Las obras públicas paralizadas y los fondos retenidos agravan la situación de millones de bonaerenses.
En una enérgica conferencia de prensa, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, reveló ayer que el Ejecutivo nacional adeuda $7,8 billones de pesos a la Provincia de Buenos Aires. Según el funcionario, esta cifra equivale a “un cuarto de los ingresos totales previstos en el presupuesto provincial”, y calificó la situación como un “robo” por parte del Gobierno de Milei.
Bianco subrayó que una parte significativa de esta deuda corresponde a obras públicas paralizadas, cuya suma actualizada asciende a $5 billones de pesos. “La semana pasada, en una reunión en la Casa Rosada, reclamé la ejecución de las casi 1.000 obras pendientes en la provincia. Me informaron que avanzarán en 9. Si es así, se valora, pero continuaremos exigiendo por las restantes 990”, señaló. Entre los proyectos detenidos figuran iniciativas fundamentales en infraestructura escolar, sanitaria y vial, que impactan directamente en la vida cotidiana de los bonaerenses.
El ministro también indicó que la deuda incluye atrasos en programas de salud, recursos para educación y salarios de trabajadores esenciales. Afirmó que el ajuste afecta, además, fondos clave para seguridad y educación, generando una presión insostenible sobre las finanzas provinciales. “Estamos realizando un esfuerzo extraordinario para garantizar los sueldos de nuestra policía y docentes, aunque esos recursos deberían llegar desde Nación. Es inaceptable que tengamos que suplir obligaciones que no nos corresponden mientras el Gobierno nacional elude sus responsabilidades”, manifestó con firmeza.
Por último, Bianco trazó un diagnóstico negativo de la economía provincial, afectada por la falta de transferencias federales y el ajuste económico. Destacó, como ejemplo, la caída del 11% en el consumo de carne en comparación con el año anterior, calificándolo como un claro reflejo del deterioro económico. “La economía no está volando, como afirma el Presidente; está en declive desde su asunción”, concluyó.
En el mismo encuentro participaron el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, y el titular de ABSA, Hugo Obed, quienes expusieron medidas en salud y servicios esenciales, alertando sobre el impacto de la falta de fondos federales en áreas críticas.