Cacerolazos y protestas masivas en todo el país

Anoche se registraron reclamos en 7 y 50 y en distintos barrios de La Plata. En Rosario y en Tucumán hubo intentos de saqueo. Los incidentes frente al Congreso dejaron más de 160 heridos, entre ellos trabajadores de la región

Política

19/12/2017 - 02:30hs

Luego de una jornada signada por la violencia en los alrededores del Congreso de la Nación, y cuando los datos oficiales ya hablaban de más de 160 heridos y al menos 60 detenidos, comenzaron a escucharse en distintos barrios de Capital Federal los ruidos de las cacerolas.

Las primeras manifestaciones se registraron en Villa Crespo, Balvanera, Caballito, Almagro, Villa Urquiza, Belgrano, San Telmo, La Paternal, Floresta y Barracas, para luego replicarse en distintos puntos del país.

En La Plata, la protesta más importante se registró en 7 y 50, aunque hubo otros puntos de manifestaciones, como la zona de 1 y 57.

A su vez, mientras los diputados de la Nación debatían la ley de reforma previsional que propone el Poder Ejecutivo, se registraron saqueos en la ciudad de Rosario y en la provincia de Tucumán.

En la ciudad santafesina, en las calles Avellaneda y Quintana, hubo enfrentamientos entre la Gendarmería y los vecinos. Las fuerzas federales reprimieron con balas de goma. Luego se emplazó una custodia policial en los supermercados chinos y los comercios por amenaza de saqueos. La misma situación se vivió en Tucumán.

Al cierre de esta edición, miles de personas marchaban hacia el Parlamento, donde todavía se debatía la iniciativa.

Un desenlace anunciado

Con los violentos episodios registrados el jueves último, durante el primer intento por tratar la reforma previsional en el Congreso, como antecedente, la jornada de ayer se anticipó difícil desde el minuto cero.

La Justicia porteña había emitido una resolución ordenando al Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires limitar el uso de balas de goma y gases lacrimógenos como “último recurso” en el operativo dispuesto en torno al Congreso nacional.

Además, la jueza en lo Contencioso y Administrativo Tributario de la Ciudad, Patricia López Vergara, le ordenó al Ejecutivo porteño que le informe qué fuerzas de seguridad intervendrían en el operativo y dispuso que los efectivos estén uniformados y “visiblemente identificados”.

En efecto, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, encargado del operativo de seguridad desplegado de cara al debate en la Cámara de Diputados, informó que el despliegue en torno al Parlamento tenía como finalidad “permitir que el Congreso pueda sesionar, que la movilización se haga en armonía y en paz, y que quien quiera manifestarse en contra lo pueda hacer sin inconvenientes”.

Para esto montó un operativo que se inició en la noche del domingo –con la instalación de las vallas en los alrededores del Parlamento y las calles aledañas– y contó con la participación de efectivos de nueve comisarías de la Policía de la Ciudad, más de 425 agentes de la Guardia de Infantería y de otros grupos especiales, médicos del SAME y Bomberos.

El despliegue contó, además, con dos camiones hidrantes, cuatro grupos de Policías Motorizados patrullando la zona y una división de perros con diez canes más sus respectivos guías.

Los enfrentamientos

Si bien el tratamiento del proyecto oficial de reforma previsional estaba previsto para las 14, desde las primeras horas de la mañana organizaciones sociales, políticas y gremiales comenzaron a realizar cortes parciales en distintos accesos a la Ciudad de Buenos Aires, que se replicaron en las principales ciudades del país. Cerca del mediodía confluyeron en una marcha hacia el Congreso.

Los primeros incidentes se registraron poco antes de las 13.30 cerca de una de las vallas ubicadas en torno al Congreso, sobre la avenida Rivadavia, casi esquina Sáenz Peña. 

Como consecuencia, la oposición solicitó suspender la sesión, lo que fue rechazado por el interbloque Cambiemos. El presidente del cuerpo, Emilio Monzó, señaló que desde el Gobierno se le informó que en breve se controlaría esta situación y que la “mayoría de los agredidos son miembros de las fuerzas de seguridad”.

Promediando las 18, las diferentes columnas de manifestantes fueron dispersadas de las inmediaciones del Congreso con gases lacrimógenos y carros hidrantes, y se trasladaron a la intersección de la Avenida de Mayo y  la 9 de Julio, que se convirtió en el nuevo escenario de las refriegas, lo que provocó la interrupción del Metrobus y del tránsito.

La fuerza policial se vio superada en distintos flancos de la Plaza de Mayo, lo que determinó la incorporación de la Policía Federal, mientras seguían los enfrentamientos en zonas aledañas al Congreso, que derivaron además en destrozos de negocios y una moto incendiada.

Al anochecer comenzaron a conocerse los primeros resultados de los combates. Varios periodistas resultaron agredidos, en algunos casos por la Policía y en otros por manifestantes, y algunos fueron detenidos durante la cobertura de los incidentes.

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informó un saldo de 162 heridos, entre ellos 88 policías, mientras la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) registró, al menos, 60 personas detenidas en los alrededores del Congreso.

En nuestra ciudad, dos trabajadores de Astillero Río Santiago que participaron de las protestas en Capital Federal fueron internados de urgencia en el Hospital Rossi. Uno de ellos perdió un ojo, mientras que otro se encuentra con pronóstico reservado.

Ambos resultaron heridos en la represión en el Congreso, según informó Francisco Banegas, secretario general de ATE Ensenada. 

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