
La inflación de mayo fue de 1,5%
En mayo, el IPC fue del 1,5%, el registro mensual más bajo desde enero de 2022. Sin embargo, la desaceleración no se traduce en alivio: la canasta básica sigue siendo inaccesible para millones.
Mientras la agenda política se centra en la condena a Cristina, el ministro de Economía volvió a tomar más deuda para acumular reservas.
13/06/2025 - 00:00hs
El equipo económico del Gobierno nacional, encabezado por el ministro Luis Caputo, aprovechó la centralidad en la agenda política del fallo contra Cristina Kirchner para volver a endeudar a Argentina a lo largo de esta semana.
El objetivo es acumular reservas para cumplir con la meta acordada con el FMI antes de la primera revisión del nuevo acuerdo firmado en abril, que será a fin de mes (ver página 4). No obstante, si llega a lograrlo (difícil), se suponía que el Gobierno debía adquirir reservar en el mercado de cambios y no vía endeudamiento.
En este camino, cerrando la jornada del miércoles se conoció que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) se endeudó por otros 2.000 millones de dólares, en una operación denominada REPO que consiste en entregar títulos Bopreal en garantía de un crédito otorgado por bancos comerciales. La deuda fue tomada con siete bancos internacionales de primera línea y otros cinco bancos con los que se había endeudado en la primera operación en diciembre del 2024.
Anteriormente, el martes, a través de la Resolución Conjunta 25/2025 publicada en el Boletín Oficial, dispuso la ampliación de la emisión de una letra, la Lecap S29G5, por un monto máximo de 1 billón de pesos.
A esto se suma el lanzamiento durante la última semana de mayo de las licitaciones de Bontes, la denominación del bono a tasa fija en pesos, pero que se suscribe en dólares y se paga en pesos al momento del vencimiento.
Este bono generó polémica. Registró una demanda positiva, al recibir propuestas por 1.694 millones de dólares de 146 inversores. Sin embargo, para conseguir esto, Caputo ofreció una tasa anual de 29,50% garantizada hasta 2030, con la posibilidad de retirarse cuando los inversores quieran. Es decir: si en los cinco años la inflación baja, estos actores financieros tendrán una ganancia asegurada, pero si hay periodos de inestabilidad podrán llevarse lo ganado sin ninguna traba.
Aunque en cierto sentido la emisión marca una vuelta de Argentina a emisiones internacionales, el tipo de tasa de interés que tuvo que pagar de casi el 30% en pesos marca todavía un alto grado de incertidumbre del mercado.