El magistrado subrayó que la cercanía con la comunidad se logra “interpretando las normas con un sentido actual” y “comunicándose mejor tanto con otros poderes como con la sociedad".
Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura de la Nación, inauguró la 71ª Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Magistrados (FLAM) y la Reunión del Grupo Iberoamericano de la Unión Internacional de Magistrados (UIM) en Buenos Aires. Allí destacó la defensa de los valores de la división de poderes y la independencia judicial.
Durante su discurso, el presidente del Máximo Tribunal abordó dos desafíos principales para la región: la relación “compleja y a veces tensa” con los poderes representativos y la necesidad de una comunicación clara por parte de los jueces.
En cuanto al primer desafío, enfatizó la importancia del “diálogo institucional”, que no significa “injerencia en las atribuciones del otro poder, sino una vinculación inteligente y racional”.
Sobre la claridad en la comunicación, Rosatti instó a los jueces a utilizar un “lenguaje accesible” para que sus decisiones sean comprendidas por toda la sociedad, destacando que “el derecho debe comunicar de manera clara lo permitido y prohibido”.
Además, el magistrado subrayó que la cercanía con la comunidad se logra “interpretando las normas con un sentido actual” y “comunicándose mejor tanto con otros poderes como con la sociedad, para hacer más comprensible la complejidad de la labor judicial”.
Entre los asistentes estuvieron la presidenta de la FLAM, Adriana Oruco, y otros destacados líderes judiciales y magistrados. Por su parte, Marcelo Gallo Tagle, vicepresidente 1° de la FLAM, destacó la importancia del evento y la inclusión del tema de la seguridad de los funcionarios judiciales en el debate, además de la división de poderes y la independencia judicial.