Paula Oliveto y la megacausa contra el exgobernador
Las irregularidades del sciolismo
22/09/2016 - 06:00hs
La legisladora Elisa Carrió amplió su denuncia contra el exgobernador bonaerense por lavado de activos en la fiscalía de Álvaro Garganta. Esta vez fue a fondo contra el extitular del Instituto de Lotería y Casinos, Alberto Peluso. Lo acusó por enriquecimiento ilícito y recaudación de dinero “sucio” para la campaña
Crupier es la persona que trabaja en un casino o casa de apuestas y se encarga de dirigir y organizar el juego. Justamente esa función fue la que cumplió Alberto “Chiche” Peluso durante la gestión de Daniel Scioli como gobernador.
Ayer, la diputada nacional Elisa Carrió denunció a Peluso, el extitular del Instituto Provincial de Lotería y Casinos bonaerense, en la causa en que se investiga al exgobernador Daniel Scioli por los delitos de lavados de activos y diferentes ilícitos.
A través de un escrito presentado ante el fiscal platense Álvaro Garganta, la diputada porteña Paula Oliveto, la senadora bonaerense Elisa Carca y el abogado Juan López, Carrió acusó a Peluso de defraudar al Estado en beneficio de gestionar fondos públicos para financiar la campaña política e incrementar el patrimonio de los funcionarios públicos.
Carrió citó un artículo periodístico en el que se sostiene que Peluso se reunió con empresarios vinculados a los bingos y les habría pedido un millón de dólares y el 1,5% de la recaudación bruta mensual como aportes de campaña.
La líder del ARI sostiene que “durante la gestión de Scioli, entre 2007 y 2015 se crearon 1.340 agencias de lotería que negociaba en persona Peluso” y consignó además que, en muchos de esos casos, se les cobraba un adicional al canon para “solucionar” los trámites administrativos.
“Es imprescindible mencionar que, durante la gestión de Scioli, se crearon alrededor de un 30% de las agencias que existen en la Provincia de Buenos Aires. Con respecto a la recaudación, esta estaría tarifada, oscilando las licencias para agencias nuevas entre $250.000 y $350.000 cada una. Por cambio de titularidad y domicilio se habrían cobrado de $25.000 a $50.000, y por inconvenientes en la documentación y de salida de débito, de $15.000 a $30.000”, detalló Carrió.
También acusó a Peluso de formar parte de una mesa de dinero que actuaba de prestamista de los grandes apostadores del Casino Flotante de la Ciudad de Buenos Aires. Según la denuncia, “el juego, en tiempos de la gobernación de Scioli era una usina de dinero negro que desde las sombras manejaba Chiche Peluso, recaudador de la campaña del FpV”.
Casas, autos, yates y motos
En la acusación, Carrió señaló que Peluso es el propietario de tres inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires, 20 en Cañuelas, uno en San Martín y otro en La Matanza. Además, tiene un Porsche Cayenne modelo 2011, una moto Kawasaki 1.300 cc, un yate valuado en US$ 310.000 dólares, y otra embarcación valuada en $412.000.
La legisladora también señaló que Peluso tiene un departamento en la ciudad de Naples, Florida, USA, “a nombre de una sociedad conformada por Peluso, su hija Belén y su esposa Carmen Adelardi”.
En la denuncia, Carrió consignó que como recaudadores para Daniel Scioli “aparecen Rafael Perelmiter, el contador de confianza histórica de su familia, el exhombre fuerte en la Lotería bonaerense, Luis Chiche Peluso, y el de Aguas Bonaerenses, Guillermo Scarcella.
Incluso un operador que apareció en el caso Ciccone, Lautaro Mauro. Otros marcan a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, como interlocutor, y hasta a su hermano José Pepe Scioli, con un latiguillo que le adjudican al exmotonauta ante la consulta empresaria: Dale a José”.
De organizador de mesas de póker a manejar millones
El exdiputado Walter Martello, en diálogo con diario Hoy, dijo: “Me parece muy sano que la Justicia investigue los negociados del juego. La gente tiene que saber por qué Alberto Peluso, quien tenía como único antecedente ser el organizador de partidas de póker para su amigo Daniel Scioli, se convirtió en el titular del Instituto Provincial de Lotería y Casinos bonaerense. Además tenía un antecedente legal muy discutible que era el de manejar una mesa de dinero prestamista en el casino del barco de Puerto Madero”.
“Hay que investigar también la renovación automática que se les hizo a todos los bingos en el año 2012 y darles la oportunidad de explotar las salas, mediante una resolución, hasta el 2021. Habría que rever eso y buscar un sistema más justo”, agregó Martello.