El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal llamó a “dejar de lado la violencia”

Política

11/11/2017 - 00:16hs

El obispo de San Isidro, Oscar Ojea, delineó los objetivos para sus tres años de mandato al frente del organismo eclesiástico. Pidió luchar contra la intolerancia y trabajar para “poder escucharnos”. “Deseo la profunda unidad en comunión de toda la Iglesia”, afirmó

El flamante presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, convocó ayer al “diálogo” y a “dejar de lado la violencia” entre los argentinos, tras ser elegido para liderar la entidad por los próximos tres años. El obispo de San Isidro, saliente titular de Cáritas Argentina, también llamó a trabajar contra “la intransigencia, la intolerancia y el no poder sentarse en una misma mesa para dialogar”.

“La Iglesia tiene que hacer su aporte fundamentalmente en este orden”, afirmó el prelado. Por otro lado, haciendo referencia a la propuesta del Papa Francisco  en la encíclica Laudato si, pidió “tomarse en serio el cuidar la vida”. Para Ojea, este llamado significa enfrentar “toda una situación de violencia” que los argentinos están viviendo “como cultura, como atmósfera”. “Una verdadera propuesta como cultura del encuentro de diálogo entre nosotros implica trabajar para poder escucharnos y lograr ir superando heridas que no nos están haciendo nada bien”, afirmó el obispo.

Ojea, elegido presidente de la CEA en el marco de la 114ª Asamblea Plenaria desarrollada a principios de la semana en la localidad bonaerense de Pilar, indicó los tres lineamientos pastorales que desea para el nuevo trienio. “El primer desafío es la conversión pastoral: el profundo encuentro con Jesucristo que nos mueva a esa conversión, que supone renovar las estructuras caducas de la Iglesia para hacerlas auténticamente misioneras”, señaló.

En segundo lugar, planteó “tomarse en serio la propuesta del cuidado de la vida que presenta el Santo Padre en Laudato si, esto de que todo toca a todo y que hay que cuidar la casa común y el desarrollo humano integral”.

En tanto, postuló como tercer eje “una verdadera propuesta como cultura del encuentro, de diálogo entre los argentinos, de poder sentarse a una misma mesa, lograr escucharse y poder ir superando heridas”.

El desafío de la comunicación

“Como presidente de la Conferencia deseo la profunda unidad en comunión de toda la Iglesia. Que ella pueda tener una sola voz, una sola alma y un solo corazón en la Patria”, aseguró Ojea, quien asumirá este sábado al frente de la CEA. A su vez, sostuvo que la tarea del presidente del Episcopado “es intentar trabajar en comunión a través de consensos, tratando de que cada una de las comisiones pueda ir logrando su cometido en armonía y, al mismo tiempo, cuidando que la voz de la Iglesia sea una”.

El prelado consideró que “se debe cuidar la comunicación, porque es muy importante para la Iglesia llegar con una auténtica comunicación propositiva sin tener que estar atajando situaciones que se van presentando continuamente a través de los medios”. “Creo que en esto tenemos que caminar bastante y nos espera mucho”, manifestó.

Una Iglesia con la impronta del Papa Francisco

Oscar Ojea fue elegido como titular del Episcopado para los próximos tres años. Se impuso por sobre el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Poli, que se presentaba como el candidato “natural” para suceder a José María Arancedo, ya que este no podía ser reelecto por haber cumplido dos períodos de tres años al frente del organismo, según lo establece el estatuto episcopal.

En la primera votación, Mario Poli  sumó un número importante de votos, pero no los suficientes como para la fumata blanca. En la segunda pasó algo similar, aunque Ojea quedó muy cerca en sufragios de monseñor Marcelo Colombo, de La Rioja. Finalmente, el cardenal Poli declinó su candidatura y Ojea obtuvo la presidencia. 

Además de la votación para determinar al presidente de la CEA, el arzobispo Víctor Manuel Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina (UCA) y considerado el “teólogo del Papa”, fue elegido por sus pares para presidir la Comisión Episcopal de Fe y Cultura. 

También fueron consideradas importantes la elección del obispo Carlos Tissera (Quilmes) al frente de Cáritas Argentina y del obispo jesuita Jorge Lugones (Lomas de Zamora) en Pastoral Social.

A su vez, Ojea pidió que el sacerdote Jorge Oesterheld vuelva a ser el vocero del Episcopado, después de tres años ausente. Oesterheld fue por dos períodos el responsable de la comunicación episcopal y a quien Bergoglio eligió como portavoz durante sus años al frente del organismo. Todos los elegidos en cargos estratégicos son hombres del riñón del papa Francisco. 

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