Si bien se incorporaron trabajadores al sistema sanitario y muchos de ellos ya están vacunados, las exigencias laborales son mayores que en 2020 debido al exorbitante incremento de contagios que trajo la segunda ola.
Durante 2020, el agotamiento del personal de salud fue muy grande, una gran desventaja a la hora de garantizar la atención hospitalaria. A esto se le sumaron las licencias por contagios y la reducción del plantel por los trabajadores que conforman el grupo de riesgo. Ahora, el aumento exorbitante del ritmo de contagios que trajo la segunda ola de Covid-19 no da tregua.
“En estos últimos días estamos viendo que la situación se tiende a agravar, dado que ya comienzan a no dar abasto los servicios de salud”, aseguró el secretario nacional de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y abogado de Cicop (Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires), Guillermo Torremare.
Durante el año pasado, en la provincia de Buenos Aires fallecieron 250 trabajadores de la salud que se encontraban cumpliendo sus funciones en la primera línea de batalla contra el coronavirus. “Hubo muchísimos contagios, obviamente generados en el ámbito laboral. Las consecuencias fueron fatales, y estamos hablando de personas en edad laboral”, aseguró Torremare.
Por otro lado, Pablo Maciel, titular del gremio que agrupa a los profesionales de la salud en la Provincia, aseguró que “el ritmo de trabajo es muy intenso, considerando que viene después de un año de atención en pandemia, con un agotamiento muy grande del personal de salud”.
A diferencia de 2020, los contagios dentro del personal son pocos, ya que la provincia de Buenos Aires avanzó en el ritmo de vacunación entre los trabajadores de los hospitales. Sin embargo, las exigencias aumentaron y, según cuenta Torremare, algunos de los profesionales, al cumplir con “tareas adicionales a su cargo (guardias y extras en general), tuvieron que dejarlas de hacer por ser de riesgo y no poder concurrir, con lo que solo se quedaron con el cargo básico, y eso les redujo de manera importante la remuneración”.
Además, el abogado del gremio de médicos agregó que los profesionales “a la larga terminan yéndose con exclusividad al sector privado, y así es como se resiente la salud pública”.
Este año, si bien los profesionales pudieron acordar una paritaria con el gobierno bonaerense, realizarán un monitoreo del proceso inflacionario y del cumplimiento de los acuerdos extrasalariales.
También incorporaron la implementación de licencias anuales complementarias durante este año, asegurando el cumplimiento de sus derechos laborales en un contexto que exige más capacidad del sistema sanitario.