La reforma a la Ley de Alquileres comenzó a ser debatida ayer en un plenario de comisiones del Senado, mientras que continuará siendo discutida durante los próximos días a pedido del interbloque oficialista del Frente de Todos, luego de la intención de Juntos por el Cambio, que pretendía firmar el dictamen esa misma jornada.
El proyecto indica que la vigencia de los contratos entre inquilinos y propietarios se reduzca de tres a dos años, con una actualización que podrá efectuarse dentro de un plazo de entre cuatro y doce meses, con un sistema acordado entre las partes.
Durante el debate, el oficialismo se impuso gracias a la mayoría absoluta que mantiene en la comisión de Presupuesto y Hacienda y a legisladores del peronismo disidente en la de Legislación General.
La discusión se prolongó por más de una hora entre ambas bancadas y, según afirmó la senadora oficialista Anabel Fernández Sagasti, “no es una cuestión de alargar el tratamiento, sino de buscar mayores consensos posibles para hacer una mejor ley. Buscamos un amplio consenso para que, cuando el expediente vuelva a Diputados, pueda ser ley”.
Finalmente, el acuerdo fue precedido por discusiones entre los integrantes de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos en relación a la urgencia del tratamiento de la legislación.