La estrategia impulsada por el economista terminó perjudicando a los productores bonaerenses.
11/02/2025 - 00:00hs
El diputado nacional José Luis Espert quedó en el centro de la polémica tras el fallo judicial que desestimó la rebelión fiscal que él mismo promovió contra el impuesto inmobiliario rural. La estrategia impulsada por el economista y otros dirigentes opositores no solo fracasó, sino que terminó perjudicando a los productores bonaerenses que lo siguieron en su aventura judicial.
El Juzgado Civil y Comercial N° 4 de Azul rechazó los argumentos presentados por los demandantes y confirmó que el cálculo del tributo realizado por la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA) fue correcto. Espert, quien había alentado a los ruralistas a no pagar el impuesto, los llevó a una costosa derrota legal.
El director de ARBA, Cristian Girard, cuestionó duramente la actitud del diputado libertario. “Con tal de sacar provecho político, la oposición perjudicó a los productores”, afirmó, señalando directamente a Espert como responsable del perjuicio económico para el sector.
La sentencia del juez Juan Guillermo Lazarte fue contundente: no hubo confiscatoriedad en la aplicación del tributo y el cálculo del impuesto se realizó conforme a la ley. En su fallo, el magistrado explicó que el porcentaje anual que percibe la provincia no es desproporcionado y que el reclamo de los ruralistas carecía de sustento legal.
Este episodio expone la falta de responsabilidad de Espert al promover una medida sin fundamentos sólidos, perjudicando a quienes confiaron en su liderazgo. En su afán de confrontar con el gobierno bonaerense, terminó dejando a los productores con una derrota judicial y mayores costos.