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El Gobierno nacional redujo drásticamente las partidas para universidades y obra pública en lo que va de 2025. Según el ministro Pablo López, el ajuste recae sobre el pueblo y no sobre los sectores privilegiados.
30/06/2025 - 00:00hs
"El ajuste no es sobre la casta”, aseguró con ironía el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, al analizar los datos oficiales que revelan un drástico retroceso en la inversión del Estado nacional en educación superior y obras públicas. Un gráfico difundido por el Ministerio muestra que, en el acumulado de enero a mayo de 2025, las transferencias a universidades cayeron un 19,4% en términos reales respecto al mismo período de 2023, mientras que la inversión en infraestructura pública se desplomó un 82,6%.
Las cifras son elocuentes: en dos años, las universidades nacionales perdieron casi un cuarto de los recursos reales que recibían del Estado. En 2024, ya habían sufrido una reducción del 24,3%, y aunque en 2025 hay una leve recuperación, el ajuste sigue siendo profundo. Pero el dato más alarmante está en la obra pública: el Gobierno nacional ejecutó en lo que va del año apenas el 17,4% de lo que se había invertido en 2023.
“El retiro del Estado nacional atenta contra el presente y el futuro”, advirtió el funcionario bonaerense. “Ningún país desarrollado logró progresar sin inversión de capital, que mejora la calidad de vida y la productividad; y sin educación de calidad, que forma profesionales que agregan valor a la producción nacional”. En esa línea, el Ministro remarcó que lo que está en juego no es solo el crecimiento económico, sino también la cohesión social y las oportunidades para las próximas generaciones.
Desde el Gobierno bonaerense vienen denunciando un vaciamiento sistemático de políticas públicas que afecta directamente a millones de argentinos. El desfinanciamiento de universidades impacta en el acceso a la educación superior, en la investigación científica y en el desarrollo tecnológico. A su vez, la parálisis de la obra pública genera desempleo, frena la reactivación económica y posterga soluciones urgentes en infraestructura básica como rutas, escuelas y hospitales.
“El ajuste no cae sobre la casta, sino sobre los trabajadores, los estudiantes y las pymes que necesitan un Estado presente para poder desarrollarse”, concluyó López. El modelo actual, basado en el retiro del Estado y la desinversión estratégica, consolida un rumbo regresivo que compromete seriamente el futuro del país.