La Procelac va contra Niembro por lavado de dinero
12/09/2015 - 07:10hs
La semana que pasó no sólo puso de manifiesto una profunda mediocridad política en la Argentina, que afecta por igual a las dos principales opciones electorales, sino que también sacó a relucir la existencia de prácticas comunes relacionadas con el financiamiento espurio de las candidaturas.
El denominado Niembrogate, que involucra al periodista deportivo Fernando Niembro, ex vocero de Carlos Menem y actual primer candidato a diputado nacional de Cambiemos, acusado de haber recibido la friolera suma de $21 millones a través de una empresa fantasma, es una cabal muestra de que las diferencias que dice tener el principal sector de la oposición con el kirchnerismo no son tan profundas. Por el contrario, así como Cristina Kirchner y su familia unieron de forma escandalosa negocios privados con el manejo de la cosa pública (así lo demostramos en la edición de ayer del diario Hoy, con la red de conexiones de CFK con Cristóbal López y Lázaro Báez), lo que le permitió enriquecerse de forma grosera durante la mal llamada década ganada, el macrismo no está demostrando ser una opción verdaderamente diferenciadora. Peor aún, Macri no tuvo mejor idea que salir a respaldar a su polémico candidato a diputado como si nada hubiese pasado, al punto que lo acompañó durante una caminata de campaña en el Conurbano bonaerense.
Así como personajes nefastos del universo K tendrían que haber dado un paso al costado, tal como es el caso del multiprocesado Amado Boudou, lo mismo tendría que ocurrir con Niembro ante el cúmulo de pruebas acumuladas que demuestran las groseras irregularidades que lo involucran. Lejos de tomar este camino, Macri optó por una estrategia similar a la que usan los K que consiste en autovictimizarse, denunciando supuestas manos negras y operaciones, cuando el quid de la cuestión es algo totalmente diferente y tiene que ver con un hecho de corrupción que se habría registrado en el seno de su administración. No parece ser una mera casualidad que, en el discurso de campaña del jefe de gobierno porteño, prácticamente no aparece el caso Hotesur, la estafa con la ex Ciccone ni el robo millonario de fondos públicos en la Fundación Madres de Plaza de Mayo que preside Hebe de Bonafini. Algunos analistas dicen que denunciar la corrupción no atrae votos. Pero hay una cuestión más profunda: Macri no puede salir a cuestionar prácticas que también existirían en su propio gobierno.
La actitud del gobierno bonaerense que encabeza Daniel Scioli, ante este escándalo del Niembrogate, también deja mucho que desear. Por ejemplo, ayer decidieron bloquear el acceso público al ranking de contrataciones que publica on line la Contaduría General de la Provincia. ¿El motivo? Hay sospechas de que el sciolismo busca evitar que se indague sobre algunos contratos de distintas reparticiones provinciales con características similares al caso Niembro. Ahora bien, lo que resulta preocupante es que, en la sociedad, parece no estar haciendo mella el tema de la corrupción. Tanto el Niembrogate como el escándalo de la inundaciones; las denuncias de fraude en Tucumán; la desnutrición y las vinculaciones de Aníbal Fernández con el narcotráfico; parecen no mover el amperímetro de las encuestas, que siguen mostrando un panorama muy similar al que se registró en las Paso.
A una parte muy importante de la ciudadanía no le interesa en lo más mínimo la forma infame en la que se está saqueando el Estado, y la impunidad que gozan muchos de los que actualmente ejercen el poder. Ven ese tipo de acciones como algo que no los alcanza ni influye en su vida cotidiana. Grueso error: los recursos que hoy se despilfarran en clientelismo y negociados oscuros es el dinero que falta para tener mejores hospitales y escuelas, como así también caminos y rutas aptas para que no sean verdaderas trampas mortales.
Esperemos que el 25 de octubre el soberano que debe definir el futuro del país, y que hoy parece no tener el ánimo de dar la pelea para exigir los cambios que necesita la Argentina, se sienta movilizado a decirle basta a la ignominia, la impunidad y la corrupción. Que así sea.
Otra polémica contratación
El Grupo Sinergya, creado por el ex legislador del PRO Avelino Tamargo, se vio beneficiado por contrataciones directas del gobierno de la Ciudad por más de 22 millones de pesos en los últimos tres años. Como La Usina Producciones -la empresa de Fernando Niembro- Sinergya mantiene la misma modalidad de contratación directa con el gobierno porteño que encabeza Mauricio Macri y los contratos no figuran en el Boletín Oficial. Pese a su alta facturación, sólo tiene tres empleados declarados.
Sinergya se creó en octubre de 2011. En 2012, facturó $242.000, en 2013 $1.369.000, en 2014 creció hasta facturar $9.623.500, mientras que en 2015 llegó a los $11.026.000. La empresa fue fundada por Marcelo Figoli, Diego Finkelstein y Cristina Filandro –asesora de Tamargo durante su paso por la legislatura. Luego los dos primeros se abrieron de la sociedad y quedó sólo a nombre de la última. Sin embargo, en declaraciones periodísticas, Tamargo admitió estar detrás de la firma.