Se confirmó que hay más de 113.000 personas en estado de indigencia absoluta en
la ciudad y más de 334.000 sobre un total de 900.000 que viven bajo la línea de la pobreza. Sin embargo, el intendente Julio Garro elige recortar el presupuesto
en temas sociales y la situación en los barrios es cada vez más difícil.
Los datos a nivel nacional publicados por el Instituto de Estadística y Censos (Indec) en torno a la indigencia y a la pobreza tienen su correlato en la ciudad de La Plata, donde el 36,6% de los ciudadanos viven en situación de pobreza, y el 12,4% de la población está en situación de indigencia, siendo la cifra más alarmante en la región después de la crisis de 2001.
En términos nominales, la gestión del intendente Julio Garro ya suma 334.380 platenses en situación de pobreza, sobre un total de poco más de 900.000 que viven en la capital provincial.
Además, hay 113.587 personas que están directamente en estado de indigencia, lo cual es mucho más delicado, ya que no solamente están fuera del sistema de empleo formal o informal, sino que están dependiendo literalmente de lo que “descarta” otro sector de la sociedad.
Ahora, viendo estos datos uno podría pensar que quien comanda los destinos de la ciudad pondría todos los recursos disponibles para al menos tratar de mitigar el impacto de semejante situación, pero en el mundo de Julio Garro mirado desde su ventana del Grand Bell, los recursos tienen otras prioridades.
El presupuesto para Desarrollo de la Comunidad, en picada
Un informe del Presupuesto 2022 releva que dentro de la Secretaría de Desarrollo de la Comunidad municipal existían hasta 2020 tres programas: Fortalecimiento Social, Seguridad Alimentaria, y el de Políticas Sociales, con multiplicidad de funciones, entre las que se encuentran las de proponer, elaborar y articular iniciativas, además de gestión de planes sociales.
A partir de 2021, Fortalecimiento Social fue fusionado con el de Seguridad Alimentaria, “lamentablemente omitiendo entre sus funciones las relacionadas con el pleno cumplimiento de la ley 13.298 y el rol indelegable del Estado junto con los órganos, entidades y servicios de promoción y protección integral para garantizar políticas públicas para el pleno cumplimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes”, explicó a este medio la concejala del Frente de TodosYanina Lamberti.
El análisis del presupuesto asignado a los últimos cuatro períodos en las partidas dirigidas a la Secretaría de Desarrollo de la Comunidad muestra que año a año esas cifras no han sido actualizadas teniendo en cuenta la inflación, determinando así una merma significativa en el presupuesto asignado.
“Tomando como base 2019, el Presupuesto 2022 debería estar cercano a los 1.800 millones de pesos, cuando es de solo 975 millones. En cuanto al detalle del Presupuesto 2022, preocupa que, en los programas fusionados de Seguridad Alimentaria y Fortalecimiento Social, de un total de $365.459.386,99, el 75% ($267.805.797,36) se destinará a alimentos para personas, mientras que el monto restante, a ayuda social a personas”, apuntó la edil.
Sin embargo, y no tan curiosamente, se incrementaron los gastos en la Secretaría de Gobierno: su principal incremento se debe a que absorbe el servicio de barrido y recolección, que ha incrementado el porcentaje de gastos del 18 al 25% del presupuesto, y a los programas de coordinación y formulación de políticas públicas y centros comunales: en lo que respecta a barrido y recolección, tuvo un incremento de 4 puntos por arriba de la inflación de los últimos cuatro años; y, por otro lado, las delegaciones y demás obtuvieron una suba de 84 puntos por arriba de la inflación.
“La situación es dramática en los barrios”
En medio de este contexto, la situación en los comedores barriales cada vez es más agobiante. Ramiro Berdesegar, dirigente de la Corriente Clasista y Combativa, explicó a diario Hoy que “es muy grande en los últimos meses la cantidad de gente que asiste a los comedores con su tupper y es muy difícil el sostenimiento de los comedores; la tarjeta alimentaria de la Municipalidad no alcanza nada, porque son por comedor $12.000. Un guiso no es fideos, es también alimentos frescos como pollo, carne, que lo compramos con actividades de los talleres productivos, pero nada alcanza”.
“Hay una situación dramática, vivimos tapando parches y no vemos ese 7,5% de supuesta desocupación, vemos que las changas han disminuido, en algunos rubros son tan precarizadas como en construcción o el trabajo rural, que muchos siguen teniendo que asistir a los comedores, por más que tengan esa changa, para recibir la vianda”, sentenció.
Berdesegar adelantó que el próximo 4 de octubre participarán de una jornada nacional de lucha que en la capital bonaerense incluirá ollas populares en la Autopista La Plata- Buenos Aires: “El comprar carne en la dieta de la familia ya ni siquiera es un privilegio, es un milagro; contar con carne toda la semana, la leche como elemento básico para los niños es una utopía, una situación que se ha agudizado producto de la inflación tremenda que existe, que te licúa el salario o la changa”.
Por su parte, Ángel, del movimiento Surge, apuntó que “la situación está compleja, hablamos de 80.000 personas en la indigencia, eso hay que atenderlo, hay que trabajarlo. Hay que trabajarlo desde todos los sectores y tratar de resolver esta problemática, La Plata es la tercera ciudad con mayor desocupación de la provincia de Buenos Aires, lamentamos un gobierno municipal que ha trabajado mucho para que la situación de vulnerabilidad sea cada vez mayor”.