Las pruebas que reunió Casanello antes de escuchar a los imputados

El mismo lunes 28 de marzo, tras firmar la reserva del expediente bajo secreto de sumario, Casanello disparó la primera ráfaga de órdenes en busca de pruebas. Para empezar, pidió a las empresas telefónicas Telecom, Movistar y Claro "que informen en el término de 24 horas" la titularidad, domicilio de facturación, "los listados de llamadas, mensajes de texto, radios, entrantes y salientes" de diecisiete líneas de telefonía celular, correspondientes al 1 de diciembre de 2010 hasta el 30 de abril de 2013, "con identificación de celdas, antenas y sectores correspondientes a aquellas comunicaciones, con individualización de su ubicación geográfica y lugares en los que están emplazadas".

Entre los números que pidió rastrear el juez, hay seis teléfonos con base en Buenos Aires,  cinco con base en Tucuman, tres de Mendoza, uno de Rosario, uno de la localidad santafesina de San Lorenzo y otro de San Francisco, Córdoba. Por supuesto, el origen de inscripción de esas líneas puede no tener nada que ver con los sitios en que se usaron esos números, o el origen de sus dueños. Por eso son claves los datos respecto a las antenas y celdas que captaron las comunicaciones de esas líneas, y el cruce de llamadas y mensajes entre todas ellas.

El juez además pidió informes a tres organismos públicos sobre automotores, aviones y barcos registrados a nombre de todas las personas y firmas investigadas y otras cuatro firmas más del grupo Báez. Una vez más, los datos fueron pedidos con una urgencia de 24 horas.

Con los primeros papeles en la mano, el 31 de marzo el juez Casanello decidió pedirle a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich que "tenga a bien designar una fuerza de seguridad idónea para que de manera encubierta se proceda a la localización y seguimiento de Lázaro Báez, Martín Báez, Daniel y Sebastián Pérez Gadín, Fabián Rossi, Walter Zanzot y César Gustavo Fernández, identificando los lugares frecuentados como así también los medios que utilicen para sus traslados." "Hagase saber -ordena el juez- que en caso de observarse movimientos extraños que pudieran ocasionar un entorpecimiento de la investigación deberá practicarse urgente comunicación con el tribunal".

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