El Gobierno nacional ratificó que en lo que resta del año se aplicarán nuevas subas a las tarifas de los principales servicios públicos.
El Ejecutivo anunció cuáles serán los aumentos en las tarifas de la luz y gas para lo que resta del año y también cuáles se prevén para 2025. A su vez, las autoridades argentinas adelantaron que se modificará el sistema de la quita de los subsidios de forma focalizada y explicaron qué impacto tendrán las nuevas medidas en cada uno de los hogares argentinos.
El equipo económico del Gobierno nacional, que encabeza Javier Milei, pretende continuar con sus políticas de ajustes y recortes acelerando la reducción del gasto público en subsidios a las tarifas y, con ese objetivo, confirmó que habrá nuevos incrementos de los servicios en los próximos meses.
Vale aclarar que, las facturas que llegan a los usuarios finales están compuestas por cuatro ítems: energía, transporte, distribución e impuestos (nacionales, provinciales y municipales). De esta forma, en el primero de esos ítems (energía) el Estado cubre la diferencia entre lo que pagan los hogares (comercios e industrias abonan pleno) y el “precio real” de la electricidad o el gas, número que varía según la época del año.
Asimismo, el equipo económico se pone como meta que el 84,83% del costo mayorista del sistema eléctrico sea cubierto por la tarifa que abonan los usuarios, esto quiere decir que de cada $100 reales de la factura, $85 será abonado por el usuario y el resto estará subsidiado.
Con respecto de ese estimado, el Gobierno de Milei proyecta cerrar el ejercicio 2024 con un promedio del 65% de esa meta cumplida. De mantenerse el ritmo de los aumentos mensuales del 4% promedio, como está ocurriendo desde el octavo mes del año y con precios de la electricidad a la baja en los meses restantes de este 2024, este logro sería posible.
De esta forma, el Gobierno pretende reducir el gasto en subsidios en medio punto del Producto Bruto Interno (PBI) para 2025, lo que implicaría un recorte de casi $3.400 millones de dólares. Para que esto suceda, deberá llevar adelante el sistema focalizado de asistencia que marca el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo.
Se trata de un esquema que implica una quita general de subsidios para que la totalidad de los usuarios cubran el 100% del valor energético y a eso se le sume la implementación de la Canasta Básica Energética (CBE). Esto dependerá de las necesidades básicas del consumo eléctrico y de gas de cada hogar cada uno de los meses del año, teniendo en cuenta su ubicación geográfica.
En definitiva, la intención es que, si el costo de la boleta supera un determinado porcentaje del ingreso de un hogar, el Estado subsidiaría la diferencia a través de una transferencia directa a una cuenta bancaria o en la boleta.
Uno de los problemas que ven en el Ejecutivo sobre esta medida, es que se necesita de mucha información para cruzar datos y llegar a una especie de subsidio “personalizado” para cada uno de los hogares, por lo que parece difícil pensar que esta nueva forma de subsidios pueda ser implementada en el corto o mediano plazo.