PAMI: una cueva de ñoquis K en estado de coma
La herencia Kirchnerista
28/01/2016 - 06:10hs
Así lo reconocieron oficialmente. Hay más de 5 millones de afiliados afectados. El Colegio de Farmacéuticos denunció que la obra social comenzó a restringir los pagos desde octubre y acumuló una abultada deuda. Una pesada herencia K que pone en jaque a los jubilados
Hace unas semanas, el diario Hoy alertaba que el gobierno kirchnerista había convertido al PAMI en una cueva de ñoquis y negociados, en una caja para financiar estructuras políticas y que destruyó al organismo que tuvo un importante superávit durante la intervención de Graciela Ocaña, quien logró sanear una institución que luego terminó siendo arrasada por nefastas prácticas de corrupción y clientelismo.
Producto de esta pesada herencia, hoy el panorama se pone aún más negro que nunca: corte de prestaciones y suspensión en la entrega de medicamentos una población vulnerable en el más absoluto abandono, a merced de su propia suerte.
“No solo no hay medicamentos, sino que también hay dificultad en lo que es provisión de prótesis, camas de internación de agudos, camas de internación de crónicos en geriátricos, camas de terapia intensiva, vale decir que hay una crisis muy generalizada en todas las prestaciones del PAMI”, afirmó a Hoy el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino.
"El caso puntual de los medicamentos es que las farmacias se han quedado sin remedios al no tener pagos de PAMI: las droguería limitan los envíos y quedan imposibilitadas de volver a conseguir medicamentos para jubilados que los necesitan por problemas de salud crónicos. La deuda de PAMI es de 1000 millones de pesos hasta el mes de octubre " dijo Semino. Y agregó que “esto llevó al corte de servicio. Se habla de que hay un 30% de farmacias que llegaron a esta situación en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal”.
La nueva conducción del PAMI, a cargo de Carlos Regazzoni, ya había admitido la semana pasada los problemas y ayer reconoció que tardarán cuatro meses en solucionar la deuda que mantienen con los farmacéuticos, por lo que se seguirán registrando serios inconvenientes con la entrega de medicamentos. Regazzoni, que no bien asumió presentó una denuncia penal contra su antecesor en el cargo Luciano Di Césare, culpó a la "situación financiera alarmante" que dejó el gobierno anterior.
Semino consideró que el PAMI "es víctima de desmanejo desde hace muchos años" y por eso hoy tiene "una deuda de unos 5.000 millones de pesos" que pone a la obra social "en situación de riesgo" y eso ya se ve con alguna falta de insumos, porque "a muchos prestadores se les deben seis o siete meses de servicios".
Al respecto, el Defensor de la Tercera Edad expuso: “Más allá de las responsabilidades penales que les caben a los funcionarios K que estaban en el PAMI, y la persecución penal que de ellos se haga, hoy es responsabilidad de los actuales resolver el problema cuanto antes ya que a los pacientes oxigeno dependientes hay que reponerles la recarga y no le podemos pedir que esperen 4 meses. ¿Cómo le digo a un paciente mire que vamos a solucionarlo en 4 meses o que existe una acción judicial de por medio? Los abuelos necesitan la provisión del insumo que están requiriendo. Hay pacientes que no se pueden operar porque no hay una prótesis”, enfatizó el Semino.
El vaciamiento de la obra social de los jubilados se profundizó durante los últimos años del gobierno kirchnerista. Una investigación, que se encuentra a cargo del juez federal Claudio Bonadío, a partir de una denuncia realizada por Ocaña, está poniendo la mira cómo se dilapidaron los excedentes financieros derivando recursos de la obra social para cubrir baches de la administración gubernamental y, a la vez, hacer oscuros negociados.
“Hoy el PAMI paga un medicamento para la hipertensión al mismo precio que lo paga un particular en la farmacia, cuando en el organismo se compran esos comprimidos por millones. Estas son cosas que hay que rever. Pero mientras hay que normalizar de forma inmediata las prestaciones”, agregó el Defensor de la tercera edad. En conclusión, la situación es alarmante y pone en riesgo la salud de millones de jubilados y pensionados a lo largo y ancho del país.