Irregularidades en el AFSCA

Retiro infame

Política

25/11/2015 - 06:12hs

El diario Hoy recurrirá a la Justicia para frenar en todo el país los procesos que lleva adelante el AFSCA para favorecer a grupos K con licencias audiovisuales, cuando restan ocho días hábiles para el cambio de gobierno. La directora Chávez de Balcedo denunciará penalmente a Sabbatella y presentará una acción de inconstitucionalidad

Luego del escarmiento que le dio la ciudadanía al kirchnerismo en las urnas, los personajes más nefastos del gobierno nacional ahora están empeñados en querer dejarle el terreno minado a la próxima administración gubernamental que encabezará Mauricio Macri en prácticamente todos los terrenos, incluido el mediático, lo que constituye un verdadero ataque a la libertad de expresión y al derecho a informar y ser informados que tenemos todos los argentinos.

En ese contexto, la directora del diario Hoy, Myriam Chávez de Balcedo, presentará en las próximas horas una serie de demandas judiciales para que se anulen todas las fraudulentas resoluciones de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) que fueron firmadas en los últimos días y que favorecieron con licencias a grupos empresarios ligados al kirchnerismo. Eso no es todo: Chávez de Balcedo pedirá en los tribunales  que se frene el proceso de adjudicación de licencias que están en marcha, en todo el país, hasta tanto asuma el nuevo gobierno. Y la conformación del directorio del ente en cuestión refleje la voluntad popular expresada en las urnas el pasado domingo.

Entre otras acciones, Chávez de Balcedo impulsará una demanda penal por incumplimiento de los deberes de funcionario público contra el titular del AFSCA, Martín Sabbatella, y otros integrantes del directorio, como así también una acción declarativa de inconstitucionalidad ante la evidencia de que todos los concursos públicos organizados por el ex intendente de Morón y sus cómplices violan aspectos elementales de la ley que regula las contrataciones del Estado. Por ejemplo, un aspecto básico que no resiste ningún análisis  es que sólo se haya licitado un solo canal HD en La Plata, siendo nuestra ciudad la capital de la principal provincia del país. Eso no es todo: los pliegos no permiten realizar impugnaciones de los oferentes, como así tampoco se pueden objetar las decisiones administrativas que se adoptan cuando se resuelve declarar desierto un concurso.

Además, los pliegos carecen de un plan técnico nacional y  ni siquiera está contemplado un diagrama para evitar interferencias con señales nacionales e internacionales.

El caso platense

Uno de los desencadenantes de esta situación ocurrió ayer. Concretamente, luego de que en octubre pasado la ciudadanía masivamente se expresara en contra de la dupla Aníbal “La Morsa” Fernández-Martín Sabbatella, el directorio de la administración de la AFSCA que conduce el propio Sabbatella adjudicó –entre gallos y medianoche- la licencia de un canal de TV digital de alta definición (HD) de La Plata al denominado Grupo Cielo-QM, presidido por Guillermo Montes, un personaje estrechamente ligado al kirchnerismo. De hecho es uno de los grupos mediáticos de la provincia de Buenos Aires que más publicidad oficial recibe por parte del gobierno nacional. Con esta decisión arbitraria del AFSCA, fue discriminada por motivos netamente políticos la Red 92 que, por lejos, es la radio más escuchada de la región (superando varias veces a La Cielo) y posee una trayectoria mediática mucho más extensa que el grupo favorecido por Sabbatella que, cabe recordar, en las últimas elecciones hasta perdió en su pago chico: el municipio de Morón. En ese distrito vive la gobernadora electa María Eugenia Vidal (su esposo Ramiro Tagliaferro fue elegido intendente) que, luego del 10 de diciembre, podría ser víctima del accionar de este grupo mediático favorecido por Sabbatella.

Fue tan mamarrachesco el proceso que, pese que el concurso fue hecho a medida de los intereses del gobierno, el oferente favorecido ni siquiera cumplió con las exigencias del pliego de bases y condiciones, ni con la ley de fondo, al punto que no puede acreditar su personalidad jurídica y demás requisitos correspondientes a su capacidad patrimonial.  Eso no fue todo. En otro concurso por una señal de televisión digital para la región, destinado a que participen solamente organizaciones no gubernamentales, la AFSCA declaró desierto el proceso, desestimando la presentación realizada por el gremio Soeme, sindicato conducido por el ingeniero Marcelo Balcedo. Fue una decisión arbitraria y desmotivada  ya que el sindicato cumple con todos los requisitos establecidos en el pliego de bases y condiciones. En otras palabras, fue una resolución que habría estado motivada en cuestiones netamente políticas dado el parentesco familiar directo entre el secretario general del Soeme y la directora de Hoy. Como se sabe, desde hace años, la línea editorial del diario es netamente cuestionadora del kirchnerismo.

Las recientes resoluciones del AFSCA llevan la firma de los representantes K en el directorio, a quienes Mauricio Macri ya anunció que les pedirá la renuncia no bien se siente en el sillón de Rivadavia el próximo 10 de diciembre. En tanto, el representante de la oposición en el ente, Gerardo Milman, no solamente evitó avalar semejante despropósito, sino que también denunció que la actuación “es nula de toda nulidad”. También alertó que no se trata de un caso aislado, sino que procesos similares se están registrando en todo el país  (ver notas relacionada).  

La empresa que edita diario Hoy se siente particularmente afectada por esta situación dado que, producto de todo este entramado oscuro, no está garantizada las mínimas condiciones de transparencia y de seguridad en caso de aspirar a administrar una licencia de un medios comunicación audiovisual. En definitiva, como medio independiente, haremos un aporte para que en la nueva etapa que se inicia en la Argentina, a partir del 10 de diciembre, se termine de una vez por todas con los sistemas estalinistas que apuntan a cercenar aquellas voces e investigaciones que revelan aquello que busca ser ocultado por los factores poder.

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