Abogado asesino y descuartizador: los macabros detalles

Asesinó a su jardinero, según declaró, porque lo sorprendió robando. Manejó 50 kilómetros con el cuerpo a medio desmembrar escondido en el baúl. Un río de sangre

Trama Urbana

15/05/2020 - 00:00hs

"Lo maté a balazos y lo descuarticé porque lo encontré robando en la escribanía”, relató de manera extraoficial Ricardo Baladía, el escribano y abogado de 56 años a quien detuvieron la noche del miércoles mientras descartaba pedazos de un cuerpo en el río Luján, a más de 50 kilómetros de su casa.

Sin embargo, sus palabras recién tendrán validez si se las repite esta mañana a la fiscal que investiga el hecho.

El macabro suceso se descubrió cerca de las 22, cuando un sereno de la ribera vio el arribo de un BMW y, al resultarle extraño, se comunicó con el secretario de Protección Ciudadana.

Pocos minutos después llegó un patrullero con efectivos de la
Comisaría Primera de Luján y la reacción del hombre con sus manos cubiertas de sangre fue decir que no sabía qué pasaba y que estaba desorientado, perdido y bajo tratamiento psiquiátrico.

Los investigadores, conocido ya el hecho, se dirigieron a las oficinas del criminal ubicadas en Morón, cerca de las 3 de la madrugada. Allí secuestraron vainas. El test de luminol reveló gran cantidad de manchas hemáticas en piso y paredes que habrían sido removidas con una hidrolavadora.

“Había sangre hasta en el techo”, manifestó un vocero, quien sospecha que el implicado comenzó a desmembrar el cuerpo en el estudio para continuar frente al río Luján, a poca distancia de la emblemática Catedral. En ese sentido, se detalló que se hallaron muchos fragmentos de vísceras en un contrapiso de cemento, a la vera del río. También encontraron partes de masa encefálica.

En un primer momento, la Policía Científica recuperó un torso que flotaba cerca de la orilla mientras que una pierna estaba en el baúl del BMW modelo 98.

El vehículo había quedado estacionado en la zona de Recreo Colonia, donde las familias solían pasar las tardes de domingo. Sin embargo, de noche se trata de un sitio completamente oscuro, sin luz artificial. Dentro del coche también se halló, además de sangre y restos humanos, un DNI a nombre de Miguel Alejandro Pereyra, un hombre de Castelar de 42 años, jardinero profesional.

Sin embargo según los registros previsionales no tuvo ningún empleo en blanco en la última década.

El armado del cadáver

Ya durante la mañana de ayer, buzos tácticos de la Bonaerense entraron al agua con postes intentando ver a ciegas qué había en el limo. Alrededor de las 10 dieron con la cabeza, a 50 centímetros de profundidad y cercenada en dos.

Para la tarde, el rastreo del cuerpo estaba casi completo, solo faltaban el antebrazo y los genitales. “El desmembramiento, parte por parte, articulación por articulación, fue casi total”, describió un forense.

Todos los restos fueron removidos a la morgue de Chivilcoy, donde fueron sometidos a la correspondiente autopsia. Se determinó así que la causa de muerte no fue por arma de fuego sino por una puñalada en el tórax. Lo que más sorprendió a los médicos fue la cantidad de cortes postmortem que tenía, lo que denota odio y morbo.

A la vez se determinó que el homicida fragmentó el cadáver con cuchillos, sierras y un hacha. Esta herramienta apareció en el río y ya forma parte de la pesquisa. Acerca de Pereyra se supo que tenía antecedentes por un hurto en 2005 y por una violación de domicilio del año pasado. También fue mencionado en una investigación por un homicidio en 2001.

Por último, se supo que Baladía no cuenta con antecedentes penales, al menos en la Provincia de Buenos Aires, y es legítimo usuario de armas.

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