El violento episodio ocurrido en City Bell es investigado por la comisaría Décima.
“Todos los días sufrimos robos y no decimos nada, pero últimamente los asaltos son cada vez más violentos y nadie hace nada. Así no se puede seguir, no podemos más”. Las palabras pertenecen a una vecina de City Bell, pero en realidad es la voz de toda una localidad que en los últimos tiempos se tuvo que acostumbrar a vivir con entraderas y hechos de extrema gravedad.
Un frentista le contó a este diario que “antes era un placer y un lujo vivir en City Bell. Los nenes podían salir a la calle a jugar a la pelota o andar en bicicleta. Ahora, ya antes de que oscurezca, tenés que encerrarte, pero ya ni eso evita que estas lacras se metan en tu casa y te destruyan la intimidad. Tenemos un grupo de WhatsApp en donde nos ayudamos entre todos, donde estamos siempre dispuestos cuando a otro le pasa algo, pero nada alcanza, nada. No acusamos a las autoridades de la comisaría, que deben estar haciendo lo que pueden, pero nosotros necesitamos respuestas, respuestas urgentes. Este era un barrio residencial, donde se respiraba paz, y ahora se respira todo menos paz”.
La zona, con numerosas entraderas en lo que va del año, publicadas oportunamente por Trama Urbana, es sin duda de las más castigadas.