De película: rescate imposible

Christian Gambini Martínez, de 35 años, se enfrentó durante la tarde del viernes con los agentes policiales que fueron a detenerlo y les disparó con un fusil automático.

El delincuente cuenta con antecedentes penales que cualquier malviviente envidiaría. Tiene en su haber delitos por homicidio, tres tentativas de homicidio y al menos una treintena de robos, varios de ellos junto a la banda de los “Polichorros”, que azotó a la ciudad de La Plata, y otros a bancos como el Francés y el Industrial, ambos en nuestra ciudad.

Es tan temido y respetado que incluso lo señalan como una pata fundamental en la estructura de la peligrosa Tete Banda, y lo relacionan de manera estrecha con Marcelo “Tete” Arévalo, de quien sería su lugarteniente.

Es por eso que no sorprende que al menos dos soldados suyos lo hayan ido a buscar al hospital Alejandro Korn de Melchor Romero anteanoche, donde fue trasladado con dos balazos producto del tiroteo con los numerarios que fueron a capturarlo: uno en la ingle y otro en el abdomen.
Como informó en exclusiva Diario Hoy, una ambulancia privada con dos jóvenes de 25 y 24 años en su interior llegó hasta el nosocomio poco después del ingreso de Gambini. Les permitieron el acceso pero no llegaron muy lejos, ya que la guardia de seguridad les preguntó qué necesitaban.

Ellos se presentaron como médico y enfermo, y dijeron que venían a buscar al herido, para trasladarlo. Se sumergieron pronto en un sinsentido del que no pudieron escapar y terminaron ambos demorados en la comisaría Decimocuarta, recuperando rápidamente la libertad.

En tanto, los rumores en el hospital indicaban que en cualquier momento irían a rescatar al hombre, hecho que al final no sucedió y ayer a la mañana fue trasladado a un penal, ya con el alta médica.

Frialdad absoluta

“Hay que remarcar la frialdad con la que se movilizaba”, le contó a este diario un jefe de la fuerza, que participó del procedimiento llevado a cabo luego de una profunda investigación orquestada por la subcomisaría La Unión, al mando de Juan Navatta.

Una vez que Gambini se bajó del BMW en el que circulaba, en 520 y 143, cuando ya no podía continuar con la fuga ante la cantidad de patrulleros que lo perseguían desde 142 y 59, comenzó a correr y abrir fuego con un FAL.

“Se movía de forma sigilosa, buscaba la figura del personal policial al momento de efectuar los disparos, a sabiendas de que su arma traspasa un chaleco antibalas. Actuó con una frialdad asquerosa, y también hay que destacar el coraje de los agentes intervinientes”, amplió el vocero.

Los casos más resonantes que lo apuntan a Gambini como autor son: el crimen de Fernando Couste (21) en 2015, a quien mataron de un tiro en 81 y 29, y el robo al Banco Industrial de 15 entre 58 y 59, donde los ladrones usaron una arma similar al FAL que llevaba el ahora detenido.