Día de la Madre amargo para una pollajería de Romero

Una panadería sufrió ayer a la mañana un violento robo a mano armada en nuestra ciudad, cuando dos motochorros se acercaron y, a punta de arma de fuego, amenazaron a los presentes y se alzaron con la recaudación y otros elementos de valor, indicaron ayer fuentes policiales y judiciales consultadas por este medio.

De acuerdo a los voceros, los hampones se acercaron a bordo de un ciclomotor hasta el comercio ubicado en la zona de 173 entre 47 y 48 del barrio El Gigante del Oeste de Melchor Romero, a las 10.25 de la mañana. Uno de ellos descendió del rodado e ingresó al comercio, mientras el otro se quedó en la puerta haciendo las veces de campana.

Quien entró se hizo pasar como cliente pero, instantes después, extrajo de entre sus ropas una pistola, encañonó a la mujer que estaba atendiendo y le hizo saber rápidamente sus intenciones. Los portavoces que dialogaron con Trama Urbana aseguraron que el hampón se mostró agresivo y amenazó de muerte a la trabajadora, a la vez que le pedía que le entregara el dinero de la caja registradora y también sus pertenencias.

Impunidad total

Lejos de resistirse, la víctima obedeció la demanda del caco y le dio toda la plata que había, además de su teléfono celular y otros elementos.

Con todo eso, y antes de que entrara alguien más, el malviviente salió y se reencontró con su cómplice, y ambos emprendieron la inmediata fuga con rumbo desconocido.

Tras la correspondiente denuncia, se acercaron al lugar agentes de la comisaría Decimocuarta con jurisdicción en la zona, aunque no lograron ubicar a los implicados.

Para ello, analizan ahora las cámaras de seguridad tanto públicas como privadas, con el fin de poder detectar el accionar delictivo.

Por lo pronto, se abrió una causa penal en la Unidad Funcional de Instrucción número 9 de Autores Ignorados bajo la carátula de “robo agravado por el empleo de arma de fuego”.

Los vecinos, indignados por la inseguridad, relataron: “Vivimos atemorizados”. Y no dudaron en destacar que “necesitamos más seguridad, más patrullajes por la zona. Por acá no pasa nadie, estamos totalmente desprotegidos y nadie piensa en nosotros”.

En tanto, otro lugareño indicó: “Esto pasa todos los días, siempre hay robos y la Policía no hace nada. Ni siquiera los vemos por acá”.