Asesinaron a remisero de un balazo en la cabeza
José León Suárez
11/03/2017 - 00:24hs
La causa de Martín Pérez, el docente acusado de pederastia, sumó nuevos testimonios. Dos hermanos prestaron declaración, reconociendo que el sujeto se había aprovechado sexualmente de ellos cuando eran menores
Dos hermanos declararon ante la fiscalía N°3, en el día de ayer, que fueron víctimas del profesor de Inglés Martín Pérez acusado de abusar sexualmente de niños entre los 9 y 10 años de edad, aprovechando la relación de confianza que se generaba entre ellos.
Fuentes judiciales le informaron a diario Hoy que, hasta el momento, los últimos en declarar fueron un joven de 19 años y su hermana, nacidos en Uruguay y nacionalizados argentinos, quienes hace diez años, siendo menores, fueron abusados por el imputado.
Hace una década, los chicos vivían en situación de calle e iban a la casa de Pérez. Este les daba de comer, los dejaba usar la computadora y bañarse, luego ingresaba a la ducha desnudo y sometía allí y en una habitación a los menores por separado.
En otras ocasiones, tanto estos jóvenes como los niños que declararon en cámara gesell, eran obligados a ver películas con contenido pornográfico y Alicia en el país de las maravillas.
El rechazo del habeas corpus
Como informó este medio, días atrás la Cámara de Apelaciones de La Plata rechazó un planteo de habeas corpus contra la orden de detención a Martín Pérez, el profesor de Inglés acusado de abuso sexual a menores, y le agravó la calificación legal.
En un principio, el fiscal Marcelo Martini había caratulado el caso como “abuso sexual simple”, pero con el transcurso del tiempo y la suma de pruebas, los camaristas le aumentaron la expectativa de pena a “abuso sexual gravemente ultrajante y producción por cualquier medio de toda representación, de un menor de 18 años dedicado a actividades sexuales explícitas, todo ello en concurso real”.
Durante un operativo, el sujeto fue detenido en enero último por efectivos de la Dirección Investigaciones Cibercrimen de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dependiente de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado, quienes secuestraron equipamiento informático con fotos y filmaciones de los abusos.