Será para asistir a una audiencia en el Tribunal de Casación bonaerense, ubicado en La Plata. Luego
los jueces deberán resolver si le bajan la pena
a alguno de los condenados.
El próximo martes 15 de agosto, a las 11, los ocho rugbiers condenados por haber asesinado a Fernando Báez Sosa (18) se harán presentes en el Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires, ubicado en calle 43 entre 12 y 13 de La Plata.
Será para presenciar la audiencia que establece el Código Procesal Bonaerense, previo a resolver la apelación del fallo del Tribunal Oral en lo Criminal n° 1 de Dolores que condenó a prisión perpetua a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi; mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron una sentencia de 15 años de cárcel.
En la audiencia estarán presentes el fiscal ante Casación; los abogados de los particulares damnificados, Fabián Améndola y Fernando Burlando; además del defensor de los imputados, Hugo Tomei. Allí los rugbiers tendrán la posibilidad de ser escuchados por los camaristas. Además, los empleados del Servicio Penitenciario comenzaron a diagramar cómo será el operativo de traslado de los condenados desde el penal de Melchor Romero.
La apelación
Los cinco rugbiers que recibieron prisión perpetua fueron hallados culpables de ser coautores de los delitos de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía, en concurso ideal con lesiones leves”.
Thomsen fue señalado como el líder del grupo y quien le propinó la patada mortal en la cabeza al estudiante de Abogacía cuando ya estaba inconsciente en el suelo. También, uno de sus golpes de puño le habría provocado la fractura en el maxilar izquierdo a la víctima. Según un testigo, durante la agresión, dijo a viva voz: “Quedate tranquila que me lo voy a llevar de trofeo”.
En tanto, los otros tres (Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi) fueron condenados a 15 años de prisión por ser partícipes secundarios del asesinato. Según el escrito de apelación presentado por Tomei, a estos últimos no se les pudo “comprobar la planificación, intención y organización a la hora de cometer el crimen”, por lo cual pidió que sea anulada la condena. Asimismo, para los otros cinco rugbiers el profesional solicitó una reducción de la pena de prisión perpetua.
Por su parte, Améndola y Burlando solicitaron que a los tres rugbiers que recibieron 15 años de cárcel les aumenten la condena, es decir, que también cumplan una pena de 25 años, al igual que los otros cinco imputados.
Por otro lado, a Juan Pedro Guarino y T.C., el llamado “rugbier número 11”, menor de edad al momento del hecho, se les inició una causa por presunto “falso testimonio”, tal como pidieron los fiscales acusadores, Juan Manuel D’Avila y Gustavo García, luego de oír sus relatos en el juicio realizado en los Tribunales de Dolores.