Motochorro fusilado por un militar a quien quiso asaltar

El ladrón abordó a la víctima junto a un cómplice, comenzaron a forcejear, el hombre atacado le sacó el arma y lo remató por la espalda. El otro caco logró escapar.

Trama Urbana

26/05/2024 - 00:25hs

Un integrante del Ejército Argentino mató en las últimas horas a tiros por la espalda a uno de los dos motochorros que intentaron asaltarlo cuando llegaba a su casa de la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, informaron ayer fuentes de la fuerza. A su vez, aseveraron que se busca a un segundo cómplice, que logró escapar y hasta el cierre de la presente edición era intensamente buscado por los agentes de la fuerza.

De acuerdo a lo aportado por los voceros consultados, el violento y sangriento incidente se materializó este viernes cerca de las 20, en la intersección de las calles Santa Rosa y Valentín Gómez, de esa localidad del partido de La Matanza.

El militar, de 43 años, en el momento en que arribaba a su domicilio en su auto particular y lo estaba por entrar al garaje, fue abordado por dos hombres que circulaban en un ciclomotor con fines de asalto. En un intento por resistirse del atraco, la víctima (que se encontraba franco y vestido con ropas de civil) comenzó a forcejear con uno de los malvivientes y logró arrebatarle el arma.

Autopsia

En ese contexto, los ladrones emprendieron la fuga y el damnificado le efectuó a uno de ellos varios disparos por la espalda, por lo que cayó malherido y poco después murió, sin llegar recibir asistencia médica.

En tanto, el cómplice escapó a bordo del rodado en el que habían llegado, según puede apreciarse en imágenes tomadas por una cámara de seguridad, y se perdió rápidamente de vista, manteniéndose en la clandestinidad.

En el caso tomó intervención la comisaria La Matanza Este Segunda, que tiene asiento en la zona de Altos de Laferrere, y el fiscal en turno del Departamento Judicial de ese distrito. Este ordenó una serie de medidas y pericias para determinar de manera fehaciente cómo sucedieron los hechos.

A la vez determinó que al caco abatido se le practique la correspondiente operación de autopsia, para saber a ciencia cierta cómo perdió la vista y cuántas balas lo atravesaron. En la escena trabajaron peritos de la Policía Científica, que llevaron a cabo sus tareas de rigor.

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