Ola de inseguridad: robos en cada punto de la región

En lo que se trató de un fin de semana complicado para los vecinos de la región, se registró una serie de asaltos en diferentes puntos. Desde zona Norte, hasta Berisso, pasando por Hipódromo, no hubo piedad para ninguno de los damnificados.

En Ringuelet, un matrimonio de jubilados vivió una pesadilla en los primeros minutos de la mañana, cuando su sueño fue abruptamente interrumpido por delincuentes que irrumpieron en su hogar. La pareja de 77 y 76 años fue despertada con gritos, y uno de los ladrones, que parecían adultos por sus voces, presionó una almohada contra la cara del hombre.

Mientras tanto, el cómplice exigió a su esposa que revelara dónde estaba el dinero, algo que no dudaron en entregarle por temor a que les hagan daño. El resultado del violento episodio fue el robo de alrededor de 200.000 pesos, relojes y el celular de la mujer.

En Berisso, otra situación de inseguridad tuvo lugar cuando una mujer de 30 años dejó estacionado su coche, un Renault Clío negro, sobre la avenida Montevideo. Al salir al día siguiente, se encontró con que le habían causado destrozos al vehículo y robado varias pertenencias. Según fuentes policiales, el hecho ocurrió en la noche del viernes, cuando la mujer estacionó y cerró correctamente su coche, antes de entrar a su casa, ubicada a unos 20 metros del lugar del incidente.

En otro incidente en Berisso, una mujer de 63 años y su hijo de 31 vivieron una amarga experiencia cuando delincuentes aprovecharon su ausencia para entrar a la vivienda por la fuerza. El robo se produjo en una casa ubicada en las calles 125 Norte y 20, donde los ladrones se llevaron un televisor Smart TV de 50 pulgadas, una agujereadora, trabajos en 3D y juguetes, que guardaron en un bolso antes de huir.

En barrio Hipódromo, un joven de 24 años experimentó uno de los peores momentos de su vida cuando, al llegar a su domicilio en su moto Zanella ZB 110CC, fue sorprendido por una pareja de bicichorros. Mediante gritos y amenazas, los ladrones lo asaltaron y, mostrando un arma de fuego, lo obligaron a salir corriendo. En ese contexto, los delincuentes se llevaron la moto y se dieron a la fuga en el mismo rodado.

De más está decir que no hay ningún detenido por ninguno de los casos, lo que no ha hecho más que despertar la indignación de los residentes de la región, que piden a gritos soluciones ante la creciente inseguridad que padecen a diario.