Ordenaron prisión preventiva para el comisario a cargo de la represión en el Bosque

El titular del Juzgado de Garantías n° 6 de La Plata, Agustín Crispo, ordenó la prisión preventiva para Juan Manuel Gorbarán, el comisario jefe del operativo en el partido de Gimnasia y Boca que terminó con represión a varios hinchas y con la muerte de César “Lolo” Regueiro (57).

Fuentes judiciales le confirmaron a este multimedio que la medida había sido solicitada por el primer fiscal del caso, Martín Almirón, quien días después se excusó tras recibir la denuncia de un efectivo policial. Luego, la causa quedó en manos de su colega de la UFI n° 5, Juan Menucci.

Asimismo, Almirón había pedido la libertad para el oficial Nahuel Falcón, acusado de “lesiones leves agravadas por el abuso de funciones de un personal policial”, ya que le disparó en varias oportunidades al camarógrafo Fernando Rivero, tal como se vieron en las imágenes que circularon en los medios de comunicación.

Pese a quedar en libertad, Falcón sigue procesado por los delitos mencionados y llegará libre al juicio oral. Por su parte, el comisario (que se encuentra arrestado en la sede de la Policía Federal) afronta cargo por “estrago doloso”. Su defensa aún puede apelar la preventiva ordenada por Crispo.

El caso

El 6 de octubre, la Policía reprimió a los hinchas de Gimnasia que se encontraban tanto fuera como dentro del estadio del Lobo cuando comenzó a disputarse el partido ante Boca por la Liga Profesional. A raíz de ello, decenas de personas terminaron heridas, entre las cuales al menos una de ellas perdió un ojo, mientras que otros se encuentran con ataques de pánico.

“El estadio estaba habilitado para 30.000 personas. Vendimos 3.254 entradas sobre 4.300 que nos enviaron ya que el resto eran socios y es la Policía la que determina la cantidad de gente que entra”, sostuvo en aquel momento el presidente de Gimnasia, Gabriel Pellegrino.

Por su parte, la familia de Regueiro y las demás víctimas de la represión continúan exigiendo justicia. “A mi hermano lo mató la represión policial”, reiteró en la vigilia Oscar, el hermano de Lolo. El mismo agregó: “Hablaron de mi hermano sin saber quién era. No estaba enfermo del corazón y en su momento dejó de jugar al fútbol (en el club San Carlos) por una lesión en la rodilla”.

La autopsia determinó que Regueiro falleció por un paro cardiorrespiratorio no traumático, es decir, que no murió a causa de golpes o agresiones externas. La familia de Lolo sostuvo en repetidas ocasiones que fue víctima de la represión que dominó los primeros minutos del partido. Sin embargo, la familia del hincha encontró su camiseta toda ensangrentada y la entregó a la justicia como prueba.