Denuncian intento de envenenamiento de animales en Gonnet
28/01/2017 - 01:00hs
Sucedió en un establecimiento ubicado en 66 entre 8 y 9. Una interna de 16 años le provocó lesiones. La víctima se negó a cuidarle la beba de seis meses de vida y ahí empezó lo peor
Una empleada fue brutalmente atacada por una interna de un instituto de menores céntrico, debiendo recibir asistencia médica de urgencia debido a una serie de lesiones producidas. El hecho se conoció en las últimas horas, pero ocurrió el jueves a la tarde.
Elizabeth se encontraba cumpliendo sus funciones diarias en el hogar Arrullos, emplazado en 66 entre 8 y 9, cuando cerca de las 18 se desencadenó una situación violenta que podría haber terminado mucho peor, incluso con la pérdida de un ojo. La damnificada, de acuerdo a sus propias palabras, se encontraba en la cocina cuando fue abordada por una de las internas, de 16 años.
En diálogo con este medio, la víctima contó: “La joven estaba con un chico que la había ido a visitar. Como había terminado el horario de visita fui a pedirle que se retire, me pidieron diez minutos más, se los di y volví a pedirle que se retire. En ese momento, ella tenía a su beba de seis meses en brazos y me dijo: Tomá, cuidámela. Yo me voy a dar una vuelta. Ante mi negativa se dirigió hacia la cocina y le tiró la beba a un compañero mío, que por suerte la atajó. Ahí fue cuando empezó lo peor. Comenzó a agredirme, arrojándome todo lo que tenía a mano: un termo, un mate, un celular, después con la mesa y hasta con las sillas. Creo que si no atajaba una de las sillas podría haber perdido un ojo. Tras eso me tiró al piso y empezó a pegarme patadas y piñas sin parar”.
Por este hecho, Elizabeth decidió que no quiere trabajar más en el instituto y, cuando se recupere, será trasladada hacia otro lugar. La misma suerte correrá la joven, ya que presenta un cercano antecedente de un episodio en el cual agredió a una de las cocineras el 14 de noviembre de 2016. En ese caso, la víctima había sido agredida con un arma blanca, recibiendo heridas cortantes en el brazo izquierdo, como así también en el dedo pulgar.
Para finalizar, Elizabeth explicó: “No voy a volver a trabajar ahí. Ahora estoy con licencia y después voy a ser trasladada. Ella (la joven que la atacó) además agrede a su hija, física y verbalmente”.