Una joven y su madre fueron asesinadas con una katana

Una mujer de 66 años y su hija de 30 fueron asesinadas con heridas de arma blanca producidas con una katana en una vivienda de la localidad bonaerense de General Pacheco, partido de Tigre. Por el doble crimen buscaban al hijo y hermano de las víctimas, informaron ayer fuentes policiales y judiciales.

El hecho fue descubierto el lunes en una casa, un llamado al 911 alertó al personal de la comisaría Segunda de Tigre. Al ingresar al inmueble, los efectivos encontraron en el patio el cuerpo de Elsa Suárez (66) y de su hija Sofía Chaparro (30), quienes hacían trabajos de costura y arreglos de ropa. Ambas estaban vestidas, cerca entre sí, y tenían cortes y golpes en la zona del cráneo y el cuello.

La más joven de las dos presentaba lesiones de defensa en los brazos y sus manos, pero su progenitora no, por lo que esta última pudo ser atacada de manera imprevista.

Espada japonesa

Los peritos hallaron una katana (espada de origen japonés) con sangre y pelos de las víctimas en el interior de un domicilio precario que funcionaba como un galpón, situado en la parte trasera del terreno, y sospechan que esa pudo ser el arma homicida.

Tras entrevistarse con los vecinos, los detectives determinaron que el principal sospechoso es el hijo y hermano de las damnificadas, Daniel Dardelian (40), que aparentemente padece una adicción y hacía tres meses vivía con ellas.

De acuerdo a lo recogido por los pesquisas, huyó en una de las tres bicicletas que había en el lugar y es intensamente buscado. No obstante, las cámaras de seguridad de la zona no captaron el momento de la huida.

El médico legista estableció que la data de muerte podría ser de más de cinco días desde el momento del hallazgo, aunque los frentistas las vieron por última vez el viernes, lo cual una posibilidad es de que el doble crimen haya sido cometido esa noche.

“Me enteré a través de mi hermana que Daniel había matado a Sofía y a Elsa; no lo puedo creer, eran muy buenas personas que no se metían con nadie”, dijo una vecina y agregó: “(El sospechoso) se fue en una bicicleta negra, chiquita, pero no se sabe para dónde”. Añadió que “mucho no lo conocía a Daniel”, ya que solamente lo saludaba cuando se lo cruzaba.

El hecho es investigado por la fiscal Karina Gisela Bianchi del Departamento Judicial San Isidro.