Ladrones entraron a una casa y se llevaron una moto en Los Hornos
Los agentes de la comisaría Tercera, con jurisdicción en la zona, analizan las cámaras de seguridad para intentar dar con los implicados, aunque todavía nada se sabe.
Se trata de Nicolás Escaray, quien le había dicho a la esposa del jugador: “Te vamos a matar a vos y a tu marido”. El imputado se encuentra en libertad.
23/04/2022 - 00:00hs
El fiscal Juan Menucci solicitó la elevación a juicio para Nicolás Gonzalo Escaray, el hincha de Estudiantes de La Plata acusado de haber amenazado de muerte a la familia del jugador de Gimnasia y Esgrima, Brahian Alemán, luego del clásico disputado en marzo de este año.
El caso se hizo público cuando Florencia Cosio, esposa del mediocampista uruguayo del Tripero, mostró los mensajes intimidantes que recibió en sus redes sociales. “Te vamos a matar a vos y a tu marido. Ya sabemos al colegio que va tu hijo, cuidalo”, fueron algunas de las amenazas que padeció la mujer del deportista.
El volante del Lobo y Fernando Zuqui, jugador de Estudiantes, habían protagonizado un cruce de palabras en el estadio Juan Carmelo Zerillo, el 21 de marzo pasado, durante el partido disputado entre los dos equipos de la ciudad y que terminó empatado 1 a 1. “Se empezó a picar porque hay jugadores que hablan más de lo normal, putean, se hacen los gallitos, los importantes y después no aguantan”, había comentado Alemán una vez finalizado el juego que tuvo varios altercados entre los protagonistas.
Luego de ello, su esposa recibió amenazas de una persona que decía ser fanático del Pincha. El fiscal Menucci inició una investigación de oficio para dar con el acusado, tras lo cual, Cosio realizó una denuncia formal en sede penal.
Allanamiento y armas
Horas después, por orden judicial, la policía allanó el domicilio del sospechoso, a quien le encontraron armas de fuego y lo detuvieron. El operativo se llevó a cabo en la calle 73 entre 6 y 7 del barrio platense de Villa Elvira, donde los efectivos hallaron dos armas de fuego: una pistola Glock 9 milímetros de última generación y un revolver calibre 32, ambos sin documentación. Por otra parte, los investigadores también se llevaron un disco rígido con información, un teléfono celular y otros elementos normalmente utilizados para realizar este tipo de crímenes cibernéticos.
Con el transcurso de la investigación, se logró determinar que las armas eran propiedad del padre del imputado; por lo cual Escaray quedó en libertad, ya que el delito por el que llegará a juicio es excarcelable.