Confirmado: Boudou es un procesado

Casación ratificó el pedido del juez Ariel Lijo y ahora se elevará la causa Ciccone a juicio oral. El Vicepresidente  quedó acusado de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública. Los K y una mancha a la institucionalidad histórica del país

Con la confirmación del procesamiento de Amado Boudou por parte de la Casación Penal, el juez Ariel Lijo iniciará la semana próxima en tribunales, el proceso para elevar la causa Ciccone a juicio oral y público. De esta manera será la primera vez en la historia argentina que un Vicepresidente de la Nación afronte un enjuiciamiento penal, ya que está acusado, y con semiplena prueba,  de cohecho pasivo y por negociaciones incompatibles con la función pública.

Una vez que Casación le envíe el expediente, Lijo tomará dos caminos en una misma dirección: por un lado, iniciará el proceso para el juicio oral, y por el otro, avanzará con las medidas que solicite la instancia judicial superior.

Aunque en Comodoro Py estiman que todo eso llevará "meses", y que la defensa de Boudou podría apelar a la Corte Suprema de Justicia,  el abogado constitucionalista Félix Loñ, en diálogo con Hoy, explicó que “no hay motivos para que el proceso demore su ejecución.  No hay agravio ni arbitrariedad y ni siquiera una sentencia firme. El máximo tribunal seguramente rechazará esa solicitud”.

Loñ descarta, como se mencionó ayer, que Boudou sea recién juzgado en el primer semestre del año próximo, como un hombre común, sin fueros. “Con la reforma en la ley de desafueros efectuada durante el gobierno de De La Rúa, Boudou podrá afrontar el juicio como Vicepresidente y hasta se le podrá dictar sentencia. Pero para que resulte arrestado lo deberá permitir el Congreso o cuando se quede sin privilegios, el próximo 10 de diciembre”, afirmó Loñ.   

Lijo había sido ratificado por la Cámara, que rechazó por "inadmisible" un pedido del empresario Nicolás Ciccone para apartarlo del expediente por "temor de parcialidad". Primero Lijo fue confirmado por la Cámara Federal y después por Casación.

Junto con Boudou y Ciccone también están procesados el socio y amigo del vicepresidente, José María Núñez Carmona; el dueño de "The Old Fund" (controlante de la imprenta), Alejandro Vandenbroele; el directivo de la AFIP Rafael Resnick Brenner y el ex funcionario del Ministerio de Economía y del Banco Mundial Guido Forcieri.

El juez Lijo dio por acreditado que Boudou utilizó su cargo de ministro de Economía en 2010 para influenciar en el levantamiento de la quiebra de la ex Ciccone Calcográfica, que atravesaba una mala situación económica, para quedarse con el 70 por ciento de las acciones de la empresa a través de "The Old Fund".

El Vicepresidente está procesado por negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho pasivo, que fue, según la Justicia, el recibir como coima un porcentaje de la empresa.

¿Complicidad con los Kirchner?

Cuesta entender que Boudou haya encarado esta maniobra sin la aprobación del matrimonio Kirchner. Quizá por eso se lo mantuvo en el Gobierno a pesar de los reiterados pedidos de la oposición para que renuncie.

“Tuvimos que soportar que Boudou, a pesar de estar procesado, ejerza la presidencia de la Nación cada vez que Cristina se enfermó o viajó al exterior. Sin dudas fue y aún es una mancha para la institucionalidad del país”, indicó Loñ.

“Si lo condenan en el juicio oral, en ese momento se puede solicitar el Juicio Político. Y vamos a ver cómo reaccionan los legisladores oficialistas si encuentra una sentencia condenatoria de la justicia contra el Vicepresidente y no lo destituyen. Sería como un alzamiento contra el poder judicial”, señaló el constitucionalista.

Por la ley de desafueros, sin Juicio Político no se puede arrestar a un Vicepresidente. El oficialismo puede evitar el juzgamiento en la cámara de senadores porque tiene más que un tercio, pero ahí se evaluará la ética del Congreso. Si  evita que se haga efectiva la sentencia, provocaría un escándalo internacional.

Para Loñ, en cuanto al delito de cohecho, “seguramente el Tribunal le aplicará a Boudou la sanción máxima por el agravante de ser un funcionario público”.

Las otras cuatro causas

El vicepresidente Amado Boudou, además de la causa Ciccone,  tiene otras investigaciones penales en curso: un análisis sobre su patrimonio y el de sus allegados por supuesto "enriquecimiento ilícito", un procesamiento por "falsificación de documento público" en la transferencia de un vehículo en 2003 y un pedido de indagatoria por "dádivas" tras usar un avión y un helicóptero en 2011.
También se pidió su indagatoria por la supuestamente irregular renegociación de la deuda de Formosa con la Nación, en lo que se consideró la antesala de la causa Ciccone, ya que esa fue la primera operación de "The Old Fund".

La caída del que había sido elegido como sucesor

En el cierre de listas del sábado pasado para las PASO del 9 de agosto, hubo un hombre que se quedó sin nada: se trata del político que figuró con Cristina al tope de la boleta de las elecciones de 2011, Amado Boudou.

Cuando la Presidenta lo eligió, en 2011, acababa de pelear palmo a palmo la candidatura para la Jefatura de Gobierno, que por decisión presidencial fue para Daniel Filmus. Cristina lo reservó para ser su compañero de fórmula, deliberadamente pensando en 2015. El entonces ministro de Economía era una figura ascendente en el firmamento K.

Por eso Cristina Kirchner pensó en él, pues no es verdad que los Kirchner jamás se hayan preocupado por la sucesión. Cuando Néstor estaba vivo, esa cuestión estaba saldada con la alternancia matrimonial, pero  cuando el santacruceño falleció, su viuda pensó en su sucesión al elegir Boudou. Pues está claro que de no haber estallado las causas judiciales que enterraron el futuro político del vicepresidente, el hombre hubiera seguido un derrotero que muy posiblemente ahora lo tuviera instalado en la grilla presidencial.

Designándolo a él, a quien consideraba leal, Cristina Kirchner no solo tenía alguien para contraponer a Daniel Scioli, sino que se aseguraba algo que ningún otro candidato podía darle: por haber sido vicepresidente desde 2011, no tendría reelección en 2019.

Pero la historia cambió, y Amado Boudou quedó afuera de todo armado político y preocupado por su libertad…