Descubren más nexos entre Máximo K y Cristóbal López

Uno de los más importantes contratistas del Estado, Cristóbal López, acusado de ser testaferro de los Kirchner, le alquila uno de sus hoteles a una empresa de un socio de la familia presidencial: al menos hasta julio del año pasado, le cobraba al entorno K unos $15.000 por mes por esa renta. Es una cifra similar a lo que se paga hoy por el alquiler de un departamento de alrededor de tres ambientes o más en un barrio de clase media de Buenos Aires. La hostería de López se llama “El Retorno”, tiene 60 habitaciones y ocupa tres hectáreas: está ubicado en la costa del Lago Gutiérrez, en Villa Arelauquen, Río Negro.

La sociedad a la que el empresario le cedió el manejo de “El Retorno” se llama Idea S.A. y su controlante es socio de Máximo Kirchner, el hijo de los presidentes de los Gobierno K que lo beneficiaron con licencias de juegos de azar, medios, y concesiones viales o petroleras. A la vez, la firma Idea S.A. es la misma que regentea tres de los hoteles que son propiedad de los Kirchner: el “Alto Calafate”, “La Aldea” y “Las Dunas”.

El principal accionista de Idea S.A es Osvaldo Sanfelice. La empresa que tiene junto a Máximo Kirchner es Negocios Inmobiliarios S.A. Los lazos societarios y financieros de los hoteles de los Kirchner con el de López están siendo investigados por el juez Claudio Bonadio en la causa Hotesur. Se trata de un expediente que busca determinar si las empresas turísticas de la familia presidencial se usaron para cometer delitos económicos como el de lavado de dinero de origen ilegal.