Los chinos vienen por el petróleo y la soja de nuestro país

Lejos de hacer caridad, el gigante asiático busca quedarse con polémicos negocios a lo largo y a lo ancho del país, siempre de la mano del kirchnerismo. “Se está alentado a no creer en la capacidad argentina”, dijo Félix Herrero a Hoy

Por estas horas, el Gobierno estará montando otra cortina de humo para ocultar una nueva -y penosa- entrega de bienes naturales a manos extranjeras. En este sentido, el presidente chino, Xi Jinping, llegará hoy al país acompañado de 200 empresarios para reunirse con Cristina Fernández y pactar distintas inversiones a nivel local (ver aparte). Pero no se tratará de un acto de caridad ni mucho menos: por el contrario, el gigante asiático apuesta a concretar millonarios negocios con la Argentina, siendo los principales apuntados los recursos locales. Claro está, todo avalado por el kirchnerismo en su afán por tener un respiro de corto plazo en términos financieros.

Frente a este escenario, el embajador chino en el país, Yin Hengmin, aseguró que no conoce empresas de aquella nación que estén enfocadas en el desarrollo de los yacimientos de Vaca Muerta. Sin embargo, anticipó que la potencia mundial está seriamente interesada en áreas como la de infraestructura, la minería y la energía, algo que deja entrever el plan comercial que intentará implementar China en territorio nacional.

Pero la intensa búsqueda de commodities (cualquier producto destinado a uso comercial) también alcanzaría al rubro alimenticio, ya que el crecimiento de la población china provocó más demanda de alimentos para satisfacer los nuevos hábitos de consumo. Allí, la soja se convirtió en la vedette del mercado, uno de los bienes nacionales más preciados por los emisarios asiáticos.

“Da la sensación de que (los empresarios chinos) van a hacer inversiones en alimentos, en obras hidroeléctricas y el petróleo convencional”, explicó a Hoy el exdirector de Yacyretá durante el último gobierno de Juan Domingo Perón, Félix Herrero.

Depositar confianza, pero en manos extranjeras

Según indicó Herrero a nuestro diario, “ya sea vía Washington, vía Londres, vía Beijing o vía Moscú, lo que se está alentado es a no creer en la capacidad y en la técnica argentina ni en la inversión del Estado. Se buscan capitales de donde sea. Y como ahora hay dificultades por el tema de los Estados Unidos y en Europa occidental, se apela al BRICS”.

“Con los castigos financieros que tiene la Argentina y la separación de ciertos sectores financieros convencionales, el país se ve obligado, de algún modo, de acercarse a China y Rusia”, sentenció el especialista, para luego agregar: “Esto es continuar la política. Cambiar de collar, como a veces decía el general Juan Domingo Perón, pero manteniendo el mismo sistema del perro, que es la dependencia de países extranjeros”.

El pacto escondido tras la refundación del Belgrano Cargas

Otro de los puntos llamativos que dejará la llegada del jefe de Estado asiático será el paquete de beneficios que el Gobierno K otorgará los bancos y empresas de China que financiarán la rehabilitación del ferrocarril Belgrano Cargas.      

Este curioso pack de cláusulas leoninas favorecerá al holding chino China Machinery Engineering Corporation (CMEC) y a los bancos China Development Bank Corporation (CDB) e Industrial and Comercial Bank of China (ICBC) en pos del crédito de US$ 2.099 millones para refundar la mencionada red ferroviaria. 

En este marco, uno de las principales beneficios será la llamativa “falta de garantías” que habrá para el suministro de los equipamientos chinos: el apartado 1.10 del convenio fija claramente que: “no existe ni existirá garantía alguna sobre los materiales, las piezas, los activos y los equipos que deban entregarse en virtud del contrato comercial”.

Además, se estableció que “este acuerdo y todas las obligaciones extracontractuales derivadas o en virtud de éste estarán regidos por el derecho inglés” y que “el Gobierno debe pagarle al CDB -en su carácter de ‘agente crediticio’- una ‘comisión de gestión’ del 0,2% del monto crediticio total. Serán casi US$ 4,2 millones a abonar en cuatro cuotas iguales en un plazo de tres años”.

Asimismo, el Estado Nacional también tendrá que pagar una “comisión de apertura” de la operación equivalente al 0,5% del total del préstamo. En este caso, serán US$ 10,5 millones en un plazo de 36 meses. Y otra ‘comisión de compromiso’ del 0,125% anual por los recursos disponibles desde la firma del convenio hasta su utilización total.

Por último, el kirchnerismo avaló en letra chica un compromiso para satisfacer las exigencias chinas de mayor seguridad legal y económica, sin tener en consideración las necesidades de los futuros gobiernos. 

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