Soledad K: hasta los sindicalistas amigos van al paro

El líder de la CGT oficialista, Antonio Caló, realizó ayer una huelga de 24 horas en el sector metalúrigico. Hoy, Moyano marcha contra la inseguridad. Con discrepancias, los gremios empiezan de hablar de “unidad” para enfrentar a la Casa Rosada

Recesión, despidos, inflación, pérdida del poder adquisitivo: la crisis no da tregua y los primeros en sufrirla son los trabajadores. Por eso, hasta el sindicalismo más “sumiso” y cómplice de la Casa Rosada ha decidido despegarse y comenzar a realizar medidas de fuerza para frenar la debacle. Ayer, Antonio Caló, titular de la UOM y de la CGT (aún) oficialista, realizó un paro de 24 horas para reclamar incrementos salariales a las grandes compañías del sector.

El gobierno llegó tarde con una “conciliación obligatoria” que no tuvo efecto concreto. El mensaje ya estaba dado, y podría avanzar, incluso, hacia la unidad de las dos CGT, con el objetivo de hacer frente a las medidas del gobierno nacional. Hoy, apenas horas después de que termine el paro de los metalúrgicos, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, desde sindicalismo opositor, han convocado a una movilización por mayor seguridad. La cercanía de ambas fechas muestra a las claras una sintonía, que viene de la calle y de la cual los dirigentes no hacen más que hacerse eco. Los ánimos están caldeados, Cristina Kirchner se gana el rechazo popular, y su gabinete aún no sabe como pilotear la crisis.  Por su parte, el reclamo de la UOM (ver aparte) dio paso a una serie de mensajes, ironías e intentos de acercamiento entre Caló y Moyano.

Unidad y rispideces

"Pongo a disposición mi renuncia por la unidad del movimiento obrero. Si ellos también, ahí nos podemos sentar (a negociar). Pero creo que nadie se quiere bajar del caballo", advirtió ayer el titular de la CGT oficialista, apenas minutos después de que Moyano lo invitara a reconsiderar la unificación para hacer frente a las políticas del gobierno nacional. Pero si bien los une el rechazo de los trabajadores al gobierno nacional, hay varias tensiones que saldar.

En este sentido, Caló cuestionó: "ahora resulta que si estás con ellos sos un fenómeno, pero si no estás con ellos sos una mala persona. Eso no es así. Yo tengo otros códigos". Sus declaraciones hacen alusión a su contraparte, quien había señalado: "Algunos muchachos se están dando cuenta de que no pueden seguir sumisos, recibiendo órdenes del Poder Ejecutivo. Algo está pasando. Cuando se agote eso y se den cuenta de que no tienen destino al lado de los funcionarios, ahí vamos a priorizar la unidad". Evidentemente, haber permanecido tanto tiempo al lado de Cristina tiene sus costos. No solo lo llamaron “sumiso” al dirigente metalúrgico, sino también “alcahuete”.

Esta crisis tiene ribetes trágicos, como los elevados índices de pobreza, que ni siquiera son reconocidos por el gobierno. Las miles de familias que están quedándose sin trabajo en este preciso momento, ante el avance inocultable de la desocupación, o los millones de trabajadores que ven en riesgo su fuente laboral, son la contratara del relato K. Y son quienes, desde las bases, reclaman a sus dirigentes. La crisis no da tregua, y hasta los “sumisos” y “alcahuetes” se están dando cuenta.

“Ni siquiera es un aumento, es una recomposición”

El reclamo de la UOM busca torcer la negativa de las empresas del grupo Techint y Arcelor Mittal a aplicar los aumentos acordados en las paritarias del sector a las sumas adicionales que cobran sus empleados.

"Después de cinco reuniones y un mes, inclusive luego de una conciliación obligatoria, los empresarios no propusieron alternativa para resolver la cuestión", consideró Abel Furlán, vocero del sindicato.

La controversia salarial entre empresarios y trabajadores es sobre qué concepto se aplica el aumento de menos del 30% anual ya acordado por Antonio Caló para la rama metalúrgica. El diferendo rige para el sector de la siderurgia, el cual también está bajo la influencia del líder de la CGT oficialista.

Los trabajadores de la siderurgia tienen compuestos sus haberes por dos componentes: salarios básicos de convenio y adicionales de empresa. Este último surge a raíz de las ganancias extraordinarias que tiene la actividad. Según señalaron desde el sindicato, el sector empresario rechaza aplicar esta vez los porcentajes definidos en la paritaria a esos suplementos salariales.

Tenaris -del grupo Techint- "es la empresa que ha tenido más rentabilidad en la industria", señalaron los trabajadores, y agregaron: "Ni siquiera es un aumento, es una recomposición del poder adquisitivo perdido.

“Hasta los más alcahuetes tienen que enfrentar al gobierno”

El ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero cuestionó ayer a Antonio Caló, al señalar que “hasta los más alcahuetes tienen que salir a enfrentar al gobierno”.  El sindicalista, que mantiene una medida de fuerza en reclamo de indemnizaciones para los trabajadores de su sector, criticó también duramente al ministro del Interior y Transporte, al señalar que "este gobierno premia y castiga a las líneas que apoyan o no a Randazzo".

Piden aumentar la Asignación Universal por Hijo

Presionado por los trabajadores que dice representar, el líder de la CTA oficialista, Hugo Yasky, tuvo que despegarse ayer del gobierno nacional al exigir exigió un aumento de la suba de la asignación universal por hijo y bajar el impuesto a las Ganancias. 

"Creo que es necesario que se incremente la asignación universal por hijo", dijo Yasky sobre las migajas con las que Cristina Kirchner pretende conformar a quienes hoy no tienen trabajo, y que hoy rondan los $460. En este sentido, agregó: "Si no hubiera asignación por hijo o el plan para que los chicos puedan estudiar, habría muchos argentinos a la intemperie".

Por otra parte, la CTA que dirige presentó ayer también un informe donde afirma que la pobreza es muy superior a la que mide el Indec, llegando a por lo menos el 18% de la población. Yasky, sin embargo, se quedó en un punto medio, pues esta cifra difiere con la de todos los estudios privados, incluidos los de la Iglesia Católica que comanda el Papa gaucho y que aseguró que la pobreza en nuestro país, hoy, es de más del 27%.