por daniel "profe" córdoba

A Abaldo lo va a sacar el cariño de la gente

Ante el diagnóstico del atacante de Gimnasia, Matías Abaldo, el profe Córdoba dejó su opinión profesional como formador de jugadores de alto rendimiento en un deporte tan exigente como competitivo.

El Clásico

18/01/2025 - 00:00hs

Por Daniel Profe Córdoba

A veces el corazón tiene razones que la mente no entiende, pero también puede pasar al revés: a veces la mente tiene vericuetos infinitos que hacen que una persona llegue a estar en un estado de depresión y no saber el motivo. O, aparentemente, salvo por el interior de la persona deprimida, parecería que no habría ningún motivo para que esté en ese estado.

Yo hablo mucho, pero mucho, este tema. Inclusive le dije que, si algún día pudiera, llevaría a mi cuerpo técnico a Darío Mendelson como psicólogo que trabajó conmigo y a Miguel Ruso (no el técnico, el jugador de básquet, entrenador de ese deporte, presidente de Atenas y psiquiatra) para trabajar conmigo, porque además es psicólogo deportivo.

De allí la importancia que le doy al tema. Y ojo, no desde ahora, sino desde mucho antes de ser técnico; desde mucho antes de dedicarme al entrenamiento. Desde que estudiaba en la facultad ya preguntaba a los profesores que tenían que ver con la parte teórica de la educación física sobre la mente.

Como dice mi hijo Simón, todo es mental, y él lo dice en serio porque lee, estudia, es personal, constantemente está investigando y acá tenemos un caso típico. Este caso cobra magnitud porque se hace público, pero sabremos realmente, no solo en el fútbol, sino en la vida diaria cotidiana de un ser humano normal y también de un deportista, si realmente no pasa por estados depresivos pasajeros momentáneos o duraderos, estamos seguros de que su apariencia, de que está todo bien por adentro, no lo está en su cabeza, estaremos seguros de eso.

Yo siempre hablo, hablo y hablo con los jugadores y hablo, hablo y hablo de fútbol o de la vida o de cómo le va. Para ver realmente detrás de lo que se ve, o lo que se irradia desde la piel hacia afuera. Realmente es lo que pasa de la piel hacia adentro de ese ser humano. Por eso siempre hablo de que el cariño es más importante que la educación, un ser educado con cariño es lo ideal.

Cuando a vos te educan y te faltó cariño, ojo con ese ser humano. Y cuando vos no tuviste educación, pero si tuviste cariño en la primera, segunda infancia y tuviste cariño en la adolescencia, ese ser humano es muy difícil que salga mala persona.

Redondeando, porque el tema da para mucho, porque lo he estudiado muchas veces y hasta he llegado a despertarme las noches y decir: claro, esta es la manera de hablarle a él o claro, este es el problemita que él debe tener; pensando individualmente en cada uno de los jugadores, pensando en eso.

Más de una vez me he despertado y al otro día, eso que se me ocurrió fui y lo hice con ese jugador. Deseando profundamente, tremendamente deseoso de que este chico Abaldo supere esta situación que es superable, porque quien escribe tuvo de sobra no solo la muerte de un hijo de tres años, sino muchísimo, pero muchísimos, como mínimo nueve más situaciones como para caerse en pedazos y, sin embargo, salió porque me sacó el cariño y la medicación de la ciencia.

Por eso hablo con conocimiento de causa. Me encantaría estar frente a frente con este chico y hablar, contarle lo que yo he superado, contarle lo que me pasó en mi vida, lo que me está pasando en este preciso momento, ahora en el momento que escribo esta nota y hablarle. Porque saben que si vos juntás la ciencia, el cariño y, como en mi caso, la experiencia vivida a esa persona, le podríamos hacer muchísimo bien.

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