Cerca, Rosario siempre estuvo cerca…

Estudiantes dominó el partido en el Gigante de Arroyito, pero en los últimos quince minutos Rosario Central le ganó 2 a 0 aprovechando la salida de Guido Carrillo quien se lesionó. El Pincha terminó jugando con diez y lo terminó lamentando.

El Clásico

11/05/2025 - 00:00hs

Como la estrofa de la reconocida canción que saltó a la fama hace treinta años en el disco Circo Beat de Fito Páez, para Estudiantes el triunfo en Rosario “siempre estuvo cerca…”.

El equipo de Domínguez volvió a jugar como una verdadera final, pero esta vez la fortuna no estuvo de su lado.

Una lesión inesperada de Carrillo en los últimos quince minutos del partido y dos intervenciones erróneas de Santiago Núñez (primero cometió una falta cerca del área y en el tiro libre subsiguiente perdió la marca), hizo que el equipo se quede con las manos vacías y afuera del torneo.

Empujado por sus hinchas y un recibimiento explosivo y colorido, Rosario Central tomó el protagonismo del partido. Los jugadores del Canalla sacaron provecho del cansancio del Pincha ganando en las pelotas divididas con mayor facilidad.

El equipo local se mostró como un verdadero Canalla sin apiadarse de su contrincante. Con el despliegue de Malcorra y aprovechando de otro flojo desempeño de Ascacibar, el equipo local fue superior durante los primeros veinte minutos.

Estudiantes, para colmo, no pudo explotar a un desconocido Joaquín Tobio Burgos y le faltó dinámica cuando quiso adueñarse de la pelota a través del manejo de Neves.

Cristian Medina, en cambio, aportó nuevamente una cuota de jerarquía y calidad y con el esfuerzo de Carrillo jugando de espaldas al arco para sus compañeros y las subidas de Eric Meza el Pincha mejoró mucho con el correr de los minutos.

En la parte final Estudiantes controló el partido y generó las situaciones más claras que hasta ese momento se habían generado. Sin embargo, Carrillo se lesionó después de los treinta minutos cuando el técnico Domínguez ya había agotado los cambios. De ese modo, Central acorraló a Estudiantes que terminó jugando con uno menos y no pudo contener la presión.

Las escaramuzas del final confirmaron que Estudiantes vendió muy cara la eliminación, jugó con temple y actitud y a diferencia de otros partidos no dejó muchos espacios para los reproches. Ahora es tiempo de volver a poner la cabeza en la Copa.

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