“Creo que fue el partido donde más felicidad sentí dentro de una cancha”

Corría el año 2005 y al delantero uruguayo le tocó participar en la última goleada del Lobo contra el Pincha. En una charla mano a mano con diario Hoy, Gonzalo Vargas recordó aquella tarde y sus sensaciones en la previa de cada enfrentamiento ante Estudiantes.

Historias de clásico, folclore y pasión. En el año 2005, hace 16 años, antes del último encuentro entre Pinchas y Triperos en el Jorge Luis Hirschi, los equipos de la ciudad se midieron en el estadio del Bosque, siendo ese uno de los primeros clásicos con José Muñoz como presidente de Gimnasia. El Lobo ganó por 4-1 con dos goles de Enría, otro de Goux y el último de Gonzalo ­Vargas.

En diálogo con El Clásico, el Turbo recordó que la dirigencia había prometido un auto por cada gol de diferencia a favor del equipo, lo que llevó a los jugadores a querer seguir buscando más y más goles, aún cuando el clásico parecía estar definido.

“De aquella tarde recuerdo lo que era la tribuna, la gente, el ambiente. Creo que fue el partido donde más felicidad sentí dentro de una cancha. Me tocó jugar solo siete minutos, pero en ese tiempo pasó de todo. Tuve dos oportunidades para convertir y fallé, por suerte sobre el final se me dio la chance de anotar el último gol del encuentro”, recordó Vargas, quien conserva una gran afinidad por Gimnasia.

“Lo recuerdo y me sigo emocionando como si estuviera ahí, la sensación es única. Ese partido sirvió como remontada para el resto del torneo. Nosotros veníamos mal en la tabla y ellos muy bien. Fue una tarde soñada para todos y en lo personal cumplir con mi máximo deseo: jugar un clásico y convertir”, continuó el delantero uruguayo.

Por último, el Turbo remarcó la importancia de ese partido y lo que significó para su carrera: “No volví a vivir una sensación similar, ni siquiera en los otros dos clásicos que jugué”.