Se cumple el primer mes de la obtención de la Copa del Mundo, en un hecho significativo que volvió a poner al deporte argentino en lo más alto del planeta. La verdadera magnitud de lo logrado y el sentido de pertenencia del grupo.
Hace un mes que Argentina fue campeón. Hace un mes que los hinchas volvieron a sonreír…
Desde hace un mes, el deporte argentino a través del fútbol está en lo más alto del planeta y se robó los comentarios y los elogios de los fanáticos.
El 18 de diciembre de 2022 quedará en la historia como el día en el que se cortó una racha de 20 años sin festejos internaciones en mundiales para todo el continente sudamericano.
A diferencia de lo que indicaban algunos pronósticos, no fue Brasil el que volvió a traer la Copa a estas latitudes, sino más bien Messi, Scaloni, el Dibu Martínez y compañía.
La consagración en la Copa del Mundo de Catar sobre el final del año pasado revalidó el sentido de renovación que tuvo el fútbol argentino en el plano deportivo e internacional.
Mientras Uruguay lleva 72 años sin ganar una Copa y Brasil acumula 20 sin ni siquiera llegar a una final, el equipo de Messi se hizo bordar la tercer estrella en la camiseta albiceleste, cortando con una seguidilla de cuatro mundiales ganados por los europeos: Italia (2006), España (2010), Alemania (2014) y Francia (2018).
El triunfo argentino se festejó en el último tramo de diciembre, pero se fue jerarquizando con el correr de los días y semanas. Tanto es así que Lionel Scaloni está nominado para ganar el premio al mejor entrenador del año, al igual que Messi como el mejor futbolista del año 2022 y el Dibu Martínez como el mejor arquero.
En las últimas dos semanas, incluso, los jugadores de la liga argentina empezaron a ser observados con mayor respeto y ya se empezaron a abrir nuevos caminos para futuras transferencias internacionales.
El Mundial logrado hace un mes arrojó una sensación de justicia deportiva por la deuda que logró saldar Messi, a quien muchos después de aquel 28 de diciembre reconocieron como el mejor jugador de la historia. Sin embargo, también sirvió para consolidar a Argentina como una verdadera potencia mundial en este deporte, eludiendo el posible estancamiento que en su momento tuvieron Inglaterra, Holanda o el propio Uruguay, todos países que definieron mundiales y fueron grandes protagonistas a lo largo de la historia.
A un mes de la consagración, el nombre de Scaloni dejó de ser desconocido en China o Estados Unidos, porque ahora es el apellido del técnico de la mejor Selección del mundo.
Ya nadie puede desconocer la injerencia de la AFA y el trabajo de sus dirigentes, y los lazos internacionales con la FIFA están más vigentes que nunca.
Hasta el emir Al Thami visitó el país para conocer la tierra de los campeones, estacionó un yate en el puerto de Berisso y está recorriendo la Patagonia.
Argentina es campeón del mundo. Y a pesar de que a muchos todavía les cuesta caer, las repercusiones a un mes de la conquista siguen llegando.