Exjugador acercó a los Mellizos: enterate cuál fue la respuesta
La dirigencia pretende arrancar la próxima fase de la Copa Maradona, a mediados de diciembre, con un nuevo entrenador.
¿Qué hay que hacer en este momento de Estudiantes?
28/11/2020 - 00:00hs
El arquero está muy bien así como está. Apurar a Tobio con coherencia no es un mal plan. Armar línea de cinco con tres centrales y dos laterales volantes que ataquen, por dentro o fuera, constantemente. En el medio, cuatro jugadores: uno por el carril derecho por afuera, otro igual por izquierda, y dos centrocampistas, uno defensivo y otro libre. Adelante, un solo punta.
El delantero debe ser apoyado cuando el equipo ataca por los dos laterales volantes, el centrocampista libre, y los dos wines (carrileros externos). Hay que armar un equipo corto, que salga achicando hacia adelante pegados con su marca.
Además del arquero, quedarán siempre cuatro (tres centrales y el centrocampista defensivo), todos saliendo pero marcando.
Al perder la posesión, se presionará la pelota virulentamente para evitar contras peligrosas y que el equipo se rejunte y rearme (cortar sí o sí la contra rival). Además, se deberá marcar asfixiantemente al organizador del rival que da el pase para armar juego, como así también a aquel que asista al gol rival.
En ataque, tiene que haber desdoble permanente por las dos bandas laterales, que obligará al rival a marcar y con ello alejarse del arco de Estudiantes. Mientras que el centrocampista de armado, que jugará libre estando en ataque, deberá distribuir juego.
Con esta simpleza, Estudiantes se acomoda sí o sí. Como diría ese personaje querible que fue Guillermo Nimo (que los padres le cuenten a sus hijos y nietos quien fue): “Sic, sic... Por lo menos así lo veo yo”.
Un párrafo aparte para Ayala, debe tener libertad porque puede ser el muy buen armador de estos tiempos. Muy parecido en su andar a Fernando Redondo. Un chico al que todavía le falta rodaje, pero que lee y distribuye muy bien el juego. Tiene un muy buen futuro que debe revalidar partido tras partido.