Estudiantes cambió, pero no le alcanzó para levantar cabeza

El Pincha se presentó ayer ante Tigre, añorando una victoria que se le estaba negando desde el pasado 20 de agosto

Con la pesada herencia de una primavera que hasta el momento no le venía regalando muchas flores, Estudiantes se presentó ayer ante Tigre, añorando una victoria que se le estaba negando desde el pasado 20 de agosto.

Los casi dos meses sin victorias llevaron a Leandro Benítez a resignarse a cambiar, algo que no le sienta bien de acuerdo a los antecedentes.

Ayer, por ejemplo, usó un sistema con 4 defensores, Braña como volante de contención, Zuqui, Sivetti, Rodríguez y Pellegrino más sueltos, y en el ataque nuevamente Francisco Apaolaza.

El equipo presentó batalla en la mitad de la cancha y compensó el ritmo de Braña con la verticalidad de Sivetti, a quien no le pesó el debut.

El nuevo volante que reemplazó a Lugüercio y justificó el cambio de esquema se animó a probar al arco y colaboró en la presión a Prediger y Galmarini, cuando Braña quedaba mal parado.

El Pincha se paró de igual a igual ante un rival que estrenaba entrenador y necesita los puntos como agua en el desierto. Por tal motivo, con el correr de los minutos, el Pincha sufrió las proyecciones de Cachete Morales en las espaldas de Erquiaga, y la verticalidad de Cavallaro, un potro salvaje para Facundo Sánchez.

Con dos remates en el travesaño y varios córners a favor, el Matador de Victoria terminó inclinando la balanza a su favor en los primeros cuarenta y cinco minutos.

En la parte final, Tigre retuvo la iniciativa: presionó y volcó la cancha a su favor con los volante y complicó al Pincha con remates y pelotazos por arriba y por abajo. Tanto fue así que Cavallaro, tras un centro de derecha a izquierda, forzó un mar rechazo de la defensa y entre Andújar y Sánchez terminaron mandando la pelota al fondo de la red.

Con el resultado en contra, el Pincha no supo sacarle rédito a los cambios del entrenador: Lugüercio luchó más de lo que gravitó y Pavone se peleó con los defensores y hasta sufrió un fallo en contra de Penel que le quitó el grito de gol promediando el complemento.

Por el amor propio de los jugadores, pero de forja desordenada, el Pincha estuvo cerca de llegar al empate con una definición de Lugüercio que terminó en el palo, pero fue anulada por posición adelantada.

El Matador sintió el desgaste que venía realizando a lo largo del partido y terminó replegado en su arco. Estudiantes, con chispazos de Estévez y apenas un poco del empluje de Pavone estuvo cerca de empatar. Sin embargo, se trajo otra dura derrota que invita al cuerpo técnico a replanteal seriamente la estrategia de cara a la parte final del 2018.