Estudiantes perdió 1 a 0 contra Belgrano en una noche lluviosa, en la que debutó
Apaolaza y los hinchas pidieron una mayor respuesta de los jugadores
Pasado por agua. Así quedó el planteo de Estudiantes anoche, cuando en el inicio de la 24ta fecha de la Superliga usó cinco defensores y fue superado de local ante Belgrano.
Como hace algunos siglos los soldados de un fuerte se defendían ante la amenaza del ataque de un barco Pirata, el Pincha fue extremadamente cauteloso con Belgrano y el Estadio Unico dejó de ser una fortaleza...
Con la mayoría de los titulares mirando desde el palco oficial, el equipo de Bernardi pagó las consecuencias de darle prioridad al choque del martes por la Copa y sigue bajando posiciones en la tabla para mantenerse en el plano internacional durante 2019.
Sin rodaje, con escasas ideas y muchas imprecisiones, Estudiantes no logró generar ni una situación clara de riesgo en el primer tiempo. Belgrano tampoco lo complicó, y el partido se consumió entre los tenues intentos de los jugadores de ambos equipos por encontrar espacios en una cancha mojada que le daba lugar a los errores.
Con un mediocampo tan renovado como extraño, que tuvo a Murillo, Zuqui y Cascini, Estudiantes nunca pudo hacerse fuerte con la pelota, y cuando Dubarbier se soltó para pasar al ataque no encontró -respuestas en Pavone o Lugüercio, ambos bien tomados por los defensores del equipo cordobés.
En la parte final, los Piratas salieron más decididos y comprometieron a Mariano Andújar.
De contragolpe, el Pincha complicó con la perseverancia de Pavone y las subidas de Ruiz Díaz. Pero a medida que el partido se hacía de ida y vuelta, a los 18 minutos llegó el gol de Guevigeozian. El delantero se chocó con la pelota tras una serie de rebotes dentro del área: Diarte y Murillo pidieron off side, pero en realidad el atacante estaba habilitado.
Con un poco más de 25 minutos por delante, Estudiantes cambió la estrategia y dejó de marcar con cinco defensores. Bernardi mandó a la cancha a Escobar, Apaolaza y Cejas, pero ya era demasiado tarde.
Al goleador de la Reserva le faltó potencia para resolver la única jugada clara que tuvo dentro del área y Pavone ya tenía el Tanque vacío cuando quiso definir sobre el final del partido en una jugada que lo tu-vo entrando en diagonal por la izquierda.
Sin ideas, los silbidos del final resumieron el clima de los hinchas, que vieron azorados como la tormenta del cielo se trasladó adentro de la cancha…