El piloto argentino correrá este fin de semana en el tradicional Circuito Gilles Villeneuve, en Montreal.
Este fin de semana, Franco Colapinto volverá a subirse al A525 de Alpine para disputar su cuarta carrera en la Fórmula 1, en el marco del Gran Premio de Canadá. La cita será en el tradicional Circuito Gilles Villeneuve, en Montreal, un trazado semipermanente que el piloto argentino no conoce y que representa un nuevo desafío en su camino dentro de la máxima categoría del automovilismo mundial.
El circuito, ubicado en la isla artificial de Notre-Dame —construida para la Expo Mundial de 1967—, se convirtió en sede permanente del GP de Canadá en 1978. Fue en esa edición donde el recordado Gilles Villeneuve obtuvo su primera victoria en F1, hecho que marcó para siempre el vínculo entre el trazado y el ídolo canadiense, cuyo nombre adoptó el circuito tras su trágico fallecimiento en 1982.
Con una extensión de 4.300 metros y 14 curvas, el Gilles Villeneuve se destaca por su diseño de estilo stop and go, con frenadas fuertes y aceleraciones constantes, lo que exige gran tracción por parte de los monoplazas. Esta combinación de técnica y velocidad promete una carrera intensa.
Luego de un fin de semana complicado en el Gran Premio de España —donde una falla en la transmisión y el sobrecalentamiento del motor lo marginaron de la clasificación—, Colapinto viajó a la sede de Alpine en Enstone para realizar un análisis técnico detallado del rendimiento en Montmeló. Tras ello, el pilarense tuvo unos días de descanso antes de emprender viaje a Canadá.
La actividad en pista comenzará el viernes 13 de junio con dos entrenamientos libres, a las 14:30 y 18:00 (hora argentina). El sábado 14, habrá una tercera práctica a las 13:30, y la clasificación se disputará desde las 17:00, instancia clave para definir la grilla. La carrera principal se correrá el domingo 15 de junio a las 15:00, con un recorrido de 70 vueltas y un total de 305,270 kilómetros.
Será una nueva oportunidad para que Colapinto gane experiencia y demuestre su potencial en una pista histórica, frente a los ojos del mundo.