Diego Galván, autor de dos tantos en el histórico 7-0
a favor de Estudiantes, conversó con El Clásico y recordó sus sensaciones sobre el clásico platense.
A pesar de haberse celebrado el Día de la Madre, el 15 de octubre de 2006 en la tribuna Pincha se festejó otra cosa: la goleada más abultada en la historia del clásico platense por 7 a 0. Diego Galván, campeón del Apertura 2006 y la Copa Libertadores 2009 con Estudiantes, recordó con diario Hoy uno de los días más felices que tuvo dentro de una cancha. “De ese partido me acuerdo absolutamente todo, fue un día muy especial y en mi caso con la alegría de aportar dos goles para la victoria. Quedamos en la historia de club. Algunos jugadores de Gimnasia pedían que no hagamos más goles y bajemos el ritmo”, sentenció el volante nacido en General Rodríguez.
Consultado sobre cómo se preparaba en la semana previa a cada derbi platense, Galván explicó: “Ya cuando se acerca un nuevo clásico, el jugador lo vive como toda la ciudad, con muchas expectativas y con muchas ganas. En esa semana, no hay lugar de La Plata en donde no se hable del partido”.
Con perfil bajo, goles importantes y campeonatos obtenidos, Galván se fue metiendo en el corazón del hincha hasta llegar a ser ovacionado por todo el estadio. “A Estudiantes lo sigo siempre porque fue y es parte de mi vida. Con aquel plantel del 2006 nos reencontramos en la inauguración del estadio y fue muy lindo poder recordar todo lo vivido”, detalló el jugador formado en las divisiones inferiores de Platense.
Por último, Beto se refirió a la importancia del título conseguido en el Apertura 2006: “Siempre de atrás íbamos y fue un alivio. Fue el comienzo de una etapa hermosa en Estudiantes. Creo que fue un plantel que duró varias temporadas y logró cosas muy importantes”, cerró.