Araña la Libertadores y se prepara para el clásico

Tres triunfos al hilo, tres puntos claves y un clásico por delante. Luego de estar ocho partidos sin conseguir una victoria, y que durante ese período la dirigencia albirroja decidiera renovarle a Ricardo Zielinski como entrenador por una temporada más, Estudiantes cosechó nueve puntos de nueve y se metió en zona de Copa Libertadores.

Tras la victoria ante Vélez Sarsfield por 1 a 0 en Uno, los dirigidos por el Ruso no solo se aseguraron un lugar en la Sudamericana del 2022, sino que relegaron a Boca Juniors de su puesto en Libertadores en la tabla anual. Sin embargo, ayer, en el cierre de esta edición, el Xeneize lo podía alcanzar o hasta superar en caso de conseguir ganarle a Newell’s.

Para el Pincha, el objetivo continúa siendo el boleto al máximo certamen continental. Por esta razón, envalentonado, ahora visitará a Gimnasia en el Bosque en el clásico platense. Ayer los futbolistas tuvieron descanso luego del trajín de partidos en siete días y el triunfo ante el duro Vélez de Mauricio Pellegrino. Ya con fecha asignada, domingo a las 17 en el Juan Carmelo Zerillo, Estudiantes sabe que los tres puntos ante el Lobo, más allá de ser un partido aparte por ser el clásico rival, podrían ser de oro en la búsqueda de su objetivo.

La buena noticia para el DT es que para el comienzo de semana tendrá a disposición a todo el plantel salvo Jorge Rodríguez, y que no perdió a Matías Pellegrini y Fabián Noguera, dos que estaban al límite de tarjetas amarillas en el último duelo frente al Fortín.

Una bandera, un mensaje y una traición…

No pasó desapercibida la bandera que colgó en el centro de la tribuna la facción denominada Los Leales en contra del abogado mediático y socio de Estudiantes, Fernando Burlando. Este último, hace exactamente 20 años, fue precandidato a la presidencia del club en el año previo a la renovación de autoridades del 2002.

Burlando habría asumido la defensa de al menos uno de los tres acusados por el crimen de Gonzalo “Pipi” Alonso, el hijo del exjefe de la barra del Pincha en los años 90, Omar “el Hache” Alonso. Por esa razón, se tomó la decisión de defender a los acusados como “una traición” en los términos y códigos que se manejan en la tribuna.