El DT de 49 años que nació en Montevideo se hará cargo del equipo a partir del mes que viene para encarar lo que resta del año. Le harán un contrato por doce meses y deberá renegociar sus condiciones con el futuro presidente del club.
A pesar de las presiones internas, las roscas políticas y
los deseos absolutamente personales de cuatro dirigentes que todavía forman
parte de la comisión directiva, el presidente de Gimnasia Mariano Cowen decidió
que el entrenador uruguayo Alejandro Orfila se haga cargo del primer equipo a
partir de los primeros días de Junio cuando los jugadores regresen de sus
vacaciones.
Cowen tuvo enfrente a la familia Aservi (padre e hijo), al
directivo González Arzac y a Juan Pablo Arrien en la decisión, ya que todos
ellos querían improvisar con Facundo Oreja.
El presidente del Lobo, en cambio, contó con la venia de
otro directivo como Gauna, quien como ya venía ocurriendo en otras ocasiones,
apoyó la idea de contratar a un entrenador uruguayo.
Desde hace dos años se sabe que el actual presidente del
Lobo priorizó sus contactos con los empresarios del mercado futbolístico del
vecino país de Uruguay para traer refuerzos o armar las pretemporadas del
equipo a cambio del pago de la estadía en Montevideo en algunos predios ligados
con empresarios del vecino país.
De allí surgió la idea para contratar a Marcelo Méndez en su
momento y para vincularse con Diego “el traductor” Flores, quien trabajó mucho
tiempo con el actual entrenador de la Selección uruguaya como lo es Marcelo
Bielsa.
Ahora, a cinco meses de terminar el mandato, Mariano Cowen
le hará un contrato a Orfila por no menos de doce meses (la AFA no acepta
registros de contratos por un tiempo menor a ese lapso) el nuevo entrenador
deberá negociar su continuidad o una indemnización con el presidente que sea
electo a fin de año.