¿Lo tenías? Marcelo Gallardo lanzó un vino de edición limitada
El director técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, lanzó un vino de edición limitada elaborado por el enólogo de Bodega Norton, David Bonomi.
CuriosidadesLeonardo Morales está atravesando un buen momento en lo personal y disfruta de la racha positiva que logró el equipo de Pipo Gorosito. De pasar los días como peón de albañil a cumplir su sueño de ser futbolista profesional: el defensor del Lobo habló de todo con diario Hoy. Una historia que merece ser contada.
29/09/2021 - 00:00hs
El fútbol es una fantástica excusa para ser feliz. Y como todo bien cultural y educativo, es un gran transformador de la realidad social en todos los aspectos. Leonardo Morales nació en Villa Urquiza (Entre Ríos) en el 1991, y mientras pasaban los años fue alimentando su gran sueño: ser futbolista profesional. Sin descuidar sus asuntos laborales como guardavidas o albañil, comenzó a dar sus primeros pasos en Paraná Campaña, luego subió al Federal B con Belgrano donde recibió su primer sueldo. Saltó al Nacional B con Atlético Paraná, pasó a Patronato, Santamarina de Tandil y finalmente llegó a Gimnasia.
Con una claridad y firmeza en los conceptos, ese mismo poder de decisión que lo caracteriza dentro de la cancha, el Yacaré dialogó en exclusiva con diario Hoy: sus inicios en la profesión, el lugar que ocupa el Lobo en su vida y el recuerdo de sus días con Diego Maradona.
—¿Cómo fueron esos comienzos en el fútbol donde todavía trabajabas de albañil y de guardavidas en temporada?
—Al principio fue difícil, la albañilería es dura y en mi caso era peón de albañil, me encargaba de hacer la mezcla y acarrear los materiales. Sumado a eso, en temporada de playa trabajaba como guardavidas en Villa Urquiza. Hasta que un día jugando al fútbol con amigos y sin hacer inferiores en ningún club, tuve la suerte que me vieron y ofrecieron llevarme, primero a un equipo que estaba en la liga amateur y luego compitiendo en el Federal B, donde recién pude cobrar mi primer sueldo en el fútbol allá por el 2012.
—En 2019 llegaste al Lobo con perfil bajo y con buenos rendimientos te fuiste ganando la consideración de todos. ¿Qué balance hacés hasta el momento?
—Lamentablemente en mi primera temporada no me salieron las cosas como quería, pero así y todo me renovaron contrato y sentí que no podía dejar pasar esta posibilidad, que tanto había soñado, de jugar en Primera división. Me propuse que el foco debía estar en mejorar y doblegar esfuerzo para aumentar mi nivel y por suerte siento que lo estoy logrando.
—¿Lo primero que se te viene a la cabeza cuando te nombran a Gimnasia?
—Agradecimiento al club que me cumplió el sueño que tenía desde chico y me permitió vivir cosas que jamás hubiera pensado.
—¿Cómo fue vivir el día a día con Maradona?
—Una persona muy humilde, quería que todos los jugadores lo saludáramos con un beso y abrazo, uno por uno nos iba a saludar. Como todo plantel, nos juntábamos fuera de las prácticas a comer algo y él se prendía, nos contaba anécdotas y vivencias. Era fantástico. Sufrimos mucho cuando le tocó irse.
—¿Gorosito le terminó de encontrar la vuelta al equipo? ¿Qué les pide a los que están en la última línea?
—Todos sabemos que nadie tiene el puesto asegurado, el que esté bien va a jugar y tenemos que rendir semana a semana. El equipo puede ir variando porque tenemos grandes jugadores, todos esperando su chance. Pipo nos dijo a los defensores que brindemos seguridad y tranquilidad para el equipo, que no hagamos locuras, si se puede jugar jugamos, y si no, que seamos simples.